Por James Reinl-NACIONES UNIDAS, 3 Jul 2019 (IPS) – Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), respaldadas en forma intermitente por Estados Unidos, llegaron a un acuerdo con las Naciones Unidas para dejar de utilizar a niños soldados en zonas del este del país bajo su control, liberar a todos los jóvenes de sus filas y cesar otras violaciones a sus derechos.
El general Mazloum Abdi, comandante de las FDS, una alianza árabe-kurda de grupos armados encabezada por las Unidades de Protección Popular (YPG, en kurdo), firmó el acuerdo el sábado 29 de junio, junto con la representante especial del secretario general de la ONU para las cuestiones de los niños y los conflictos armados, Virginia Gamba.
En el Plan de Acción para prevenir y poner fin al reclutamiento y la explotación de niños menores de 18 años en Siria, rubricado en la sede las Naciones Unidas en Ginebra, las kurdas YPG y los demás grupos se comprometieron a cesar todo abuso de la población infantil y a castigar a los oficiales que incumplan las nuevas reglas.
Hasta ahora y desde 2014, YPG estaba dentro de la "lista de la vergüenza" que cada año realiza la ONU (Organización de las Naciones Unidas) sobre los grupos que reclutan y mantienen entre sus efectivos a niños soldado.
En su estudio anual más reciente, el foro mundial confirmó la existencia de al menos 224 casos de niñas y niños reclutados por el grupo en 2017.
"es un día importante para la protección de los niños en Siria y marca el comienzo de un proceso, ya que demuestra el gran compromiso por parte de las Fuerzas Democráticas Sirias para lograr que no se reclute o explote a ningún niño, por parte de ninguna entidad que opere bajo su paraguas",dijo Gamba el lunes 1.
El acuerdo fue el resultado de meses de conversaciones entre las Naciones Unidas y las FDS, que ahora debe identificar a los niños y niñas entre su fuerza y enviarlos de vuelta a sus familias.
Las condiciones para los niños en Siria están entre las "más graves" del conflictivo escenario, dijo Gamba al dar a conocer el acuerdo.
En 2017, la representante especial confirmó que las fuerzas del presidente sirio Bashar al Assad habían cometido al menos 6.000 violaciones contra niños y jóvenes.
Peor aún, el anárquico mosaico de rebeldes, terroristas y otras milicias armadas que luchan en la caótica guerra civil de Siria cometió más de 15.000 violaciones a los derechos de niños y niñas, desde reclutamiento hasta agresiones sexuales, asesinatos, mutilaciones y el bombardeo de escuelas.
Además de YPG, la ONU ha incluido en la lista de la vergüenza a las fuerzas del régimen sirio, al rebelde Ejército Sirio Libre, al islamista Estado Islámico (IS), al grupo islamista Ahrar al Sham, a Jaish al Islam y a Tahrir al Sham, además de al Frente al Nusra, aliado de Al Qaeda.
Después de liberar a todos los niños y niñas soldado y cumplir con los términos del Plan de Acción, se puede eliminar a un grupo armado de la lista de la vergüenza de la ONU, como sucedió con las milicias en la República Democrática del Congo, Chad o Costa de Marfil en los últimos años.
"Los planes de acción como este representan una oportunidad para que las partes cambien su actitud y comportamiento para que se detengan las violaciones graves contra los niños y se les impida mejorar de forma duradera la protección de los niños y niñas afectados por los conflictos armados", dijo Gamba.
"Los planes de acción representan una buena oportunidad para que las partes puedan modificar su actitud y comportamiento con el objetivo de acabar con las graves violaciones contra los niños y mejorar de manera permanente la protección de los niños afectados por los conflictos armados", explicó Gamba.
Las FDS controlan el área de Siria al este del río Éufrates después de ser obligadas a retroceder, tras perder una serie de zonas que controlaron en 2015, en un repliegue que culminó en marzo con la derrota del grupo en Baghouz, cerca de la frontera iraquí.
El apoyo de Washington a las FDS, que ha sido intermitente desde enero de 2018, siempre fue problemático, ya que Turquía ve a ese grupo liderado por YPG como una rama del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK en kurdo), que impulsa la independencia de ese territorio repartido entre cuatro países y que Ankara cataloga como terrorista.
Los niños se encuentran entre las víctimas del aumento en los combates en la provincia de Idlib en Siria, el último bastión que queda para los rebeldes contrarios al régimen de Al Assad, y donde una inestable tregua negociada por Rusia y Turquía parece irse desmoronando.
Miles de mujeres embarazadas, bebés y niños pequeños se encuentran entre las 330.000 personas que huyen del conflicto en ese área del noroeste de Siria, dijo el lunes 1 la organización de asistencia a la infancia World Vision International.
"Es difícil imaginar el trauma, la angustia y el costo físico que tienen los ataques aéreos y las bombas en las familias de Idlib. Y es aún peor para las mujeres embarazadas y las que tienen bebés y niños pequeños", planteó Mays Nawayseh, una de las voluntarias de la organización asistencial de iglesias evangélicas.
La guerra en Siria, que algunos consideran la primera guerra de alcance mundial del siglo XXI y que vive su noveno año, ha matado a cientos de miles de personas y ha desplazado a millones desde que comenzó en marzo de 2011 con la violenta represión de las protestas contra el gobierno.