Leonel Fernández desde que fue ungido por Bosch en 1994, quiso ser elegante con el comité político de su partido pero éste nunca lo fue con él, solo simulaban que estaban a gusto. Una vez fue perdiendo palmo a palmo su influencia sobre el presupuesto nacional, dejó de resultar importante para el comité político. Quizás ocurra lo mismo con Danilo, una vez deje el poder, es probable, que dicho comité se desdiga de éste también porque así es el oportunismo de las élites.
La realidad es que, actualmente, a quien el comité político repudia, es a Leonel. Igual ocurre en el comité central, pues ambos órganos tienen una participación activa en el presupuesto nacional. De donde cabe preguntarse ¿si ocurre lo mismo con las bases y la dirección intermedia del PLD? La respuesta no es simple pero tampoco es compleja, ¡No! Esto significa que el capital político de Leonel reside en las bases y en los liderazgos intermedios del PLD y hacia fuera de este. Prueba de ello es que los denominados “pre candidatos” provienen todos del comité central y del comité político. Existe una exclusión total y absoluta ocasionada por la visión del danilismo.
Juan Bosch siempre hizo descansar su liderazgo en estos sectores del partido, por eso, en cada conferencia nacional y en cada congreso, hacía tabla rasa con el comité político del momento y con el comité central. Era un liderazgo donde el compromiso era con los de abajo nunca con los de arriba aunque hubieren sido catapultados a la cúspide por el propio Bosch, los devoraba en cada congreso.
Una lectura del concepto de boschismo pasa por apreciar este rasgo o método de reproducción del partido. La idea resulta atractiva: te enrolas, creces, te desarrollas y luego eres enviado a la actividad productiva nacional, esto es: fuera del partido y lejos del Estado. Así, el boschismo, busca disminuir la sociedad política y ensanchar la sociedad civil. Se observa que el sistema se reproduce desde lo público, es decir la pobreza se combate desde lo público pero una vez superada el actor pasa a la sociedad civil sin retorno a lo público. En cambio, el modelo Leonel-Danilo crea elites que constantemente están en pugnas por el control del presupuesto. Aun a expensas de la unidad del partido. Así, mientras Bosch unificaba los nuevos líderes dividen.
En Bosch estaba clara la misión redentora del partido en el sentido de evitar el parasitismo en el partido y en el Estado: son vías para la creación de ciudadanos no de clientela política. Al igual que en Rousseau, en Bosch hay una clara distinción entre lo que ha de entenderse por bien común y lo que ha de entenderse por intereses particulares o de grupo. El bien común pertenece a la esfera de lo político, de lo público, en cambio, el interés particular o de grupo pertenece a la esfera de lo privado. Cuando esos roles se confunden emerge la corrupción. De ahí la necesidad de expulsar del ámbito de lo político a aquellos que ya han salido de la pobreza antes de que se conviertan en depredadores de la cosa pública. No podemos continuar con un capital que solo se reproduce teniendo al Estado como catalizador pues este papel toca al emprendedurismo. Tampoco es sana la exportación de capitales provengan de donde provengan.
Entendemos que un buen homenaje a Bosch, consistiría (si Yo fuese Leonel Fernández), en volver hacía las bases a algunos dirigentes y enviar a otros a estudiar temas relacionados con el amor al pueblo, esto es: a que se formasen como lo hizo Rafael Correa, quien no solo estudio en Estados Unidos sino que convivió muchos años con pueblos indígenas del altiplano de Ecuador hasta conocer su idiosincrasia y sus problemas. En caso contrario, deben abandonar el partido. Los proyectos vacío abundan como las verdolaga gente que hace de candidato solo para probar su bonanza económica: su nuevo estatus pero sin valor político alguno, es un descaro y una afrenta al boschismo.
Con frecuencia, los críticos de Leonel, lo califican de político conservador. Sin embargo, los hechos han venido a mostrar que, al menos con relación a Danilo Medina, es más liberal que conservador porque Danilo con un discurso populista no hace sino engrosar desde el Estado al capital usurero oligárquico. De ahí su expresión de que las veinte principales familias del país respaldan su repostulacion.
Aquí ni el Estado ni el sector privado pagan salarios adecuados. Los pobres no son los que más piden y obtienen del Estado. El modelo de Danilo hace descansar el sistema en la explotación de la clase media. Que es la que trabaja y paga impuestos. Al tiempo que mantiene a los pobres en estado de permanente miseria. Un partido de discípulos de Bosch no puede manejarse así.
Por otra parte, el discurso de Leonel es comprensible para los ciudadanos de a pie y para las bases del partido, por vía de consecuencia, éste puede centrar su discurso en estos sectores (no solo por ser mayoritarios), pues si damos por cierto lo dicho por el danilismo de que cuentan con el apoyo de la oligarquía para continuar en el poder, es obvio que el enfoque del discurso del danilismo hace rato que anda por otros derroteros donde la gula del poder es la marca. Esto significa que ni cuentan con el pueblo ni lo valoran. En palabras diferentes: el danilismo ha roto con el boschismo, por tanto, electoralmente está derrotado y esto se le debe enrostrar. De ahí los amagos de uso de la fuerza lo cual demuestra que, si no aparece un político que catalice las ansías de las masas, estas podrían rebelarse contra aquellos que constantemente se burlan de ella.
Leonel debe volver a dirigir el partido de la forma colegiada que tan buenos resultados le ha prodigado pero en alianzas con las bases. Dicho de otro modo, todos los sectores medios y de base deben estar representados en el movimiento leonelista, no puede un proyecto de masa tener un único coordinador y dos o tres enlaces. Cada sector, cada subsector ha de tener una representación directa y organica. Ni la postura de las masas ausentes en su discurso.
Aquello del partido atrapa todo, debe ser convertido en el partido de las representaciones orgánicas, pues la pequeña burguesía tiende a actuar en términos del lenguaje de Montesquieu: el hombre que concentra mucho poder tiende a hacer un uso abusivo de este. De modo que la concentración de poder en pocos individuos en una campaña electoral donde está en juego el poder, puede ser contraproducente, las cartas de los jugadores han de estar sobre la mesa porque vivimos en una sociedad abierta y toca a las mayorías decidir en libertad y con las reglas del sistema, su futuro.
Toca al líder, crear las condiciones para el desarrollo armónico de esta situación. A los fines de evitar elusiones motivadas en la no canalización de inquietudes y en la necesidad de abrir caminos fiables a la creatividad popular. En pocas palabras, el líder no puede dar la apariencia de que está secuestrado o de que permanece en una caja de cristal.
Si volvemos a los métodos de trabajo del partido, si empoderamos a la dirigencia media y a las bases, Leonel puede prescindir del comité político, no porque sea su voluntad sino porque la real politik así lo indica, en razón de que se trata de un sector que siempre le ha sido adverso. Más todavía porque todos los esfuerzos que ha realizado para atraerlo aun a expensas de legítimas aspiraciones de los lideres medios, han resultado infructuosas. Danilo no puede arrojarse un liderazgo que no posee ni Leonel abrogarse un liderazgo que si posee.
De manera que el leonelismo ha de saber que se encuentra en guerra por el poder con el comité político y de que no hay marcha atrás. Donald Trump fue capaz en Estados Unidos en tiempos recientes de librar una batalla similar y venció, la suya, fue una guerra no solo contra la cúpula del partido republicado, debido enfrentar al propio establishment, la cual también venció por el arraigo popular de su discurso como por su capacidad de rodearse de halcones y de elementos de la denominada ordinary people (gente común). Toca a Leonel acudir al bate, pues el juego acaba de iniciar. ¿Dará un paso al frente o se limitará a rogarle al comité político que lo acepte, que lo respalde? El tiempo no tardará en darnos respuesta. DLH-22-7-2017