La correcta y atinada decisión del presidente Danilo Medina de no optar por una segunda reelección, le ha dado una dimensión especial a su figura como líder político y como mandatario, pues se consolida su condición de estadista, de hombre visionario y de gerente que mira mucho más allá de la curva.
Danilo fortalece su bien ganada imagen de estadista, llevando a la práctica la histórica expresión de Winston Churchill, cuando dijo que “el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. Danilo, como estadista, demostró que no tiene ambición de poder, que su deseo es servir a los demás y que tiene un gran sentido de la historia.
Y esa decisión de Danilo ha cambiado de manera sustancial el panorama político. Con él como candidato, el PLD podría haber ganado las elecciones en una primera vuelta, sin mayores complicaciones. Pero eso no era conveniente y se creció ante la historia tomando la decisión de no buscar una nueva reelección. Ante esto, la corriente politica de la que es lider y guía asume el reto de presentar un candidato nuevo, una sangre nueva, que sea capaz de, primero vencer a Leonel en la convención del 6 de octubre, y luego ganar las elecciones nacionales de mayo del 2020.
Muchos creen que eso no es posible, pues Leonel es un candidato de mucha presencia política. Pero lo que no toman en consideración es que el danilismo es la mayor fuerza política del país. El danilismo tiene en su dominio el 82% de los alcaldes del país, el 80% de los senadores, el 69% de los diputados, el 70% del CC del PLD y más del 75% de los miembros del Comité Político. Y si a eso se suma que Danilo es el lider político de mayor popularidad, el mejor estratega político y el actual presidente, todo eso convierte al danilismo en una fuerza inderrotable en la convención del octubre.
El candidato del danilismo, sin lugar a dudas, ganará la convención de octubre y será el próximo presidente de la República. Danilo tiene el reto y el compromiso de asumir ese candidato y convertirlo en el próximo mandatario de la nación.
En ese orden, los 7 aspirantes danilistas deben tener bien presente que lo fundamental es que entre ellos haya unidad de propósitos y que ninguno se crea el elegido por su relación o su trato con Danilo. Todos deben trabajar duro y con respeto a los demás, para que las encuestas y el equipo de estrategia de Danilo puedan evaluar con objetividad cuál de ellos es el que puede vencer más fácil a Leonel y hacer una campaña exitosa para la presidencia de la República.
En ese orden, creo que los candidatos danilistas deben trabajar teniendo presente el cumplimiento fiel de siete elementos: 1- Visión (lo fundamental es el triunfo del danilismo, no de nadie en particular); 2- Humildad (saber manejarse con respeto por los demás, sin creerse superior a ninguno de los otros precandidatos);
3-Sentido de la historia (Poner sus intereses personales por debajo de los intereses partidarios y del país); 4- Solidaridad (apoyo real y con entusiasmo al que sea seleccionado); 5- Desprendimiento (capacidad de entregarse a trabajar por el otro, aunque crea que yo era él quien debió ser seleccionado), 6- Disciplina (respetar las reglas y los acuerdos asumidos) y 7- Respeto y obediencia al líder, Danilo Medina.
Euri Cabral
Economista y Comunicador
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