En Biarritz se congregan los mandatarios de Alemania, Canadá, Francia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia, Japón y la Unión Europea, además de los gobernantes de Australia, Chile, España e India como invitados especiales.
Por Thalif Deen/IPS
NACIONES UNIDAS, 23 Ago 2019 (IPS) – Los líderes de los grandes países industrializados, aglutinados en el Grupo de los Siete (G7), se reúnen en la localidad costera de Biarritz, en el suroeste de Francia, con un paquete de recomendaciones concretas sobre la mesa para avanzar hacia la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en el mundo.
Katja Iversen, presidenta ejecutiva de la organización internacional Women Deliver e integrante desde su creación el año pasado del Consejo Asesor de Igualdad de Género (GEAC, en inglés) del G7, lanzó en una entrevista exclusiva con IPS un mensaje contundente a sus líderes, que celebran su 45 cumbre anual entre el sábado 24 y el lunes 26:
"En primer lugar, eliminen las leyes discriminatorias de género que tienen en sus legislaciones. En segundo lugar, impulsen aquellas progresistas", dijo la experta en derechos sociales y de género de origen danés, reconocida mundialmente.
"En tercer lugar, inviertan específicamente en la implementación de leyes de progreso, y también inviertan en organizaciones de mujeres y de la sociedad civil que trabajan todos los días para impulsar el avance. Y, por último, supervisen, midan y estén comprometidos en cumplir sus promesas", añadió.
Esos cuatro planteamientos se encuentran entre las 79 "Recomendaciones para avanzar en la Igualdad de Género y el empoderamiento de las niñas y mujeres", hechas públicas el 20 de agosto por el GEAC, que también incorpora el plan de acción denominado Asociación Biarritz para la Igualdad de Género, destinado a que lo asuman los líderes del G7, en una cumbre contra las desigualdades, según la bautizó su anfitrión.
En Biarritz se congregan los mandatarios de Alemania, Canadá, Francia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia, Japón y la Unión Europea, además de los gobernantes de Australia, Chile, España e India como invitados especiales.
Actualmente, las mujeres representan casi 50 por ciento de la población mundial de 7.700 millones de personas, mientras que el G7 representa más de 58 por ciento de la riqueza neta del planeta.
Iversen, cuya organización es una gran defensora internacional de la salud, los derechos y el bienestar de las niñas y las mujeres, también ha reunido diversas voces e intereses para impulsar el progreso hacia la igualdad de género, con un enfoque particular en los derechos y la salud materna, sexual y reproductiva.
La lideresa feminista llamó a los gobernantes del G7 y de otros países a que tomen medidas a favor de la igualdad de las mujeres antes de su próxima cumbre y del Foro para la Generación de Igualdad, que acogerán México y Francia, el primero en mayo de 2020 y el segundo dos meses después.
Las demandas del GEAC a los mandatarios del G7 se concentran en cuatro grandes objetivos: poner fin a la violencia de género; garantizar una educación y salud equitativa y de calidad; promover el empoderamiento económico de las mujeres, y garantizar la plena igualdad entre mujeres y hombres en las políticas públicas.
Esta es parte de la entrevista de Iversen con IPS:
IPS: ¿Puede decirnos qué es el Consejo Asesor de Igualdad de Género y qué papel juega en el G7?
KATJA IVERSEN: El Consejo Asesor de Igualdad de Género del G7 fue creado por el primer ministro (canadiense) Justin Trudeau para promover la igualdad de género como un tema que merece la atención del G7, junto con el desarrollo económico, el comercio, la tecnología y todo lo demás en lo que trabajan los jefes de Estado y de gobierno. Esto sucedió el año pasado cuando Canadá ocupó la presidencia del G7.
Supongo que hicimos un buen trabajo ya que el presidente francés Emmanuel Macron dijo de inmediato que continuaría con la idea bajo la presidencia de Francia. Él formó el suyo a principios de año, y a mí y a un par de personas más se nos pidió continuar.
Ambos consejos independientes reunieron a activistas y defensores de derechos, ganadores del Premio Nobel, líderes de la ONU, la sociedad civil y las empresas, y un grupo diverso de personas con diferentes perspectivas y experiencia para compartir, que van desde educación, violencia de género, empoderamiento económico de las mujeres, salud de las mujeres. , derechos indígenas, participación juvenil, tecnología, cambio climático, cuestiones LGBTQI y participación masculina.
Trudeau, Macron y otros saben que los líderes deben invertir política y económicamente en la igualdad de género para crear un mundo más saludable, más rico, más productivo y más pacífico. Nuestro papel ha sido mostrar a los líderes del G7 lo que deben hacer para impulsar el avance en esa dirección.
Lo que ha sido emocionante y gratificante de estos Consejos es que realmente ha cambiado la conversación sobre la igualdad de género. Quiero decir, hablo de igualdad de género todo el tiempo, los miembros del Consejo hablan de eso… pero no todos lo hacen. Pero ahora más y más lo hacen, y vemos que las discusiones son mucho más prominentes y sustanciales dentro de los gobiernos, las empresas y la sociedad en general.
IPS: ¿Puede contarnos sobre la experiencia de trabajar con dos grupos diferentes en el GEAC?
KI: Estoy muy orgullosa del trabajo de ambos Consejos y del hecho de que los diversos temas relacionados con la igualdad de género se han elevado en la escena mundial de una manera tan grande.
El primer ministro Trudeau realmente se la jugó. Parece un poco loco decir que aconsejar a los líderes del G7 sobre cómo lograr la igualdad de género fue una idea radical en 2018. Y, sin embargo, lo fue de alguna manera.
Tenemos mucho margen de maniobra, así que no solo dijimos: estas son cosas que son buenas para las mujeres y que son malas para las mujeres. Pudimos mostrar cómo hacer que la desigualdad de género sea historia, y demostrar que el tema de género es transversal y que los países deben poner lentes de género al abordar sus áreas prioritarias: la economía, el clima, la tecnología, la seguridad, la salud, la educación, lo que sea. El primer ministro insistió en que seamos verdaderamente independientes y que criticásemos a Canadá, donde no lo estaba haciendo lo suficientemente bien.
El presidente Macron formó un consejo más numeroso para expandir el trabajo, pero también para profundizarlo, y hemos formulado recomendaciones específicas para impulsar la igualdad de género desde una perspectiva legal. Lo que este Consejo recomienda es que los gobiernos eliminen las leyes discriminatorias, presionen por leyes progresistas en su lugar y coloquen estas prioridades en el presupuesto nacional.
IPS: ¿Cómo estableció las prioridades para el GEAC y cómo fue el proceso?
KI: Ha sido fascinante. El trabajo lleva tiempo y el consenso puede ser difícil de lograr, pero el proceso también es estimulante, porque todos aprendemos unos de otros y porque los resultados son mucho más poderosos.
Eso es exactamente lo que necesitaba el G7: ideas, energía y asesoramiento combinado de una amplia gama de expertos con diferentes experiencias vividas. Y hecho de una manera amable y colaborativa. La igualdad de género no es una guerra, es una inversión donde todos ganan.
En el Consejo de 2018, delineamos muchos, si no todos, los temas transversales que necesitan una mirada de género en un informe al G7. Este año nos centramos en qué tipo de legislación podríamos recomendar. Nos centramos en las reformas en cuatro áreas: poner fin a la violencia de género; asegurar que la salud y la educación sean de alta calidad, inclusivas y equitativas; promoviendo el empoderamiento económico de las mujeres; y garantizar la plena igualdad de género en las políticas y la vida pública. La inversión en estas áreas movería la aguja hacia la igualdad de género.
IPS: ¿Cuál ha sido el impacto de GEAC en 2018 y qué se espera lograr este año?
KI: La creación por el primer ministro Trudeau de un Consejo independiente colocó los temas de igualdad de género a la par con los otros temas económicos y sociales en el G7 de 2018. Y el presidente Macron vio el impacto que tuvo elevar de nivel la igualdad de género y abrazó la idea de establecer su propio Consejo.
Idealmente, el G7 seguirá siendo una plataforma para promover la igualdad de género y todos los beneficios económicos, políticos y sociales que resultan hacia ese objetivo. Pero queremos que todos los gobiernos se unan a este trabajo. No solo porque es lo correcto, sino porque hacerlo es mejor para los países política, económica y socialmente.
IPS: ¿Son suficientes esos compromisos? ¿Cómo responsabilizar a los gobiernos por los compromisos asumidos en el G7 para garantizar resultados tangibles y sostenibles?
KI: Las palabras importan. Pero algunas palabras importan un poco más en este contexto y esas son las que están escritas en las respectivas legislaciones. Las promesas son importantes pero no son suficientes y eso lo sabemos. Necesitamos acción. Pero la experiencia nos dice que también necesitamos responsabilidad. Los mecanismos de monitoreo y evaluación muestran qué está funcionando y si se cumplen las promesas. Brinda a los gobiernos la oportunidad de aprender y adaptarse, y brinda a la sociedad civil argumentos para la defensa (de las propuestas) e información para responsabilizar a los gobiernos de sus promesas… Por eso, hemos alentado encarecidamente a Francia a tomar el tema de la rendición de cuentas e invertir en él.
IPS: Mencionó organizaciones de la sociedad civil. ¿Puede detallar qué papel pueden desempeñar las organizaciones de la sociedad civil?
KI: Es una buena pregunta y la responderé, pero también ahorremos un poco de tiempo y echemos un vistazo al futuro.
La sociedad civil juega un papel crucial cuando hablamos de igualdad de género y de instituir cambios legales y profundos. Hay organizaciones dirigidas por mujeres que se centran en los problemas locales y hay ONG mundiales que abordan un amplio conjunto de problemas en todo el mundo. Y en medio, hay de todo.
Echemos un vistazo a Irlanda, donde las organizaciones centradas en las mujeres lideraron durante un año la campaña que finalmente legalizó el aborto. Echemos un vistazo a Uganda, donde la sociedad civil, especialmente los defensores de los derechos de la juventud, fueron fundamentales para evitar que el gobierno prohibiera la educación sexual. Echemos un vistazo al movimiento #MeToo, #Time’sUp y #NiUnaMás (o #NiUnaMenos) en América del Sur que está cambiando las percepciones sobre las mujeres y el desinterés sobre la violencia de género. Ese es un cambio fundamental real.
Se producen grandes cambios cuando los diferentes sectores se unen, cuando el gobierno, el sector privado, el poder judicial, la sociedad civil encuentran un espacio común y se unen. Ese es el punto al que estamos llegando con respecto a la igualdad de género y es por eso que esta cumbre del G7 es importante y por qué el próximo año será decisivo.
Además, los programas destinados a servir a los jóvenes a menudo están diseñados sin una participación significativa de los jóvenes, por lo que el impacto es limitado. Las ideas y la experiencia de los jóvenes deben incluirse en el diseño e implementación de todas las políticas y programas diseñados para servirles.
2020 marca el comienzo de la Década de la ONU hacia el Progreso de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). También es el 25 aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing sobre igualdad de género. Es difícil de recordar ahora, pero eso fue revolucionario y estamos buscando otro gran impulso en este camino hacia la igualdad de género, ya sea en relación con las mujeres en el liderazgo y la economía, la salud o la educación. Hay grandes planes para actividades en 2020 y Women Deliver es parte de eso.
El llamado a un mundo con más igualdad de género está resonando en todo el mundo. Y la noción de que un mundo con igualdad de género es un mundo más saludable, más rico, más pacífico y MEJOR está ganando terreno. El genio está fuera de la botella, y no vamos a ir para atrás.
T: MF