Al doctor Leonel Fernández, hay que reconocerle cuantiosos méritos. Muchos dicen que más que méritos, lo que él ha tenido es muy buena estrella.
Pero, aun siendo así, lo positivo de la buena suerte es aprovecharla cuando se presenta. Algunos no lo hicieron y hoy se quejan de su mala fortuna.
Otra excelente característica del doctor Fernández es, que cuando se le han presentado los malos periodos cíclicos, ha sabido utilizarlo a su favor y como buen comunicador, presentarlos como una especie de generosidad o como un político que no lo domina la ambición.
Vamos a explicarnos un poco más, utilizando algunas situaciones y números.
A Leonel se le presentó la oportunidad de su vida, no cuando el doctor Joaquín Balaguer decidió apoyar al PLD en las elecciones del 1996, sino un poco antes, cuando el doctor José Francisco Peña Gómez tuvo la infeliz idea, para su desgracia, de seleccionar al Lic. Fernando Álvarez Bogart como su vicepresidente, en vez de escoger, como muchos se lo aconsejaron, al Lic. Jacobo Majluta.
Esta desafortunada decisión, fue lo que motivó que el Dr. Balaguer apoyara a Leonel, pues a esos niveles ya se sabía de la enfermedad terminal que padecía Peña Gómez y que eventualmente Álvarez Bogart se convertiría en el presidente de la República. Cosa que Balaguer, por razones obvias, tenía que evitar a toda costa.
Como todo en esta vida es cíclico, el periodo de mala suerte para el Dr. Fernández comienza el 10 de mayo de 1998, fecha de la muerte del Dr. Peña Gómez.
Este acontecimiento, sucedido días antes de las elecciones municipales y congresuales, catapultaron los votos de la población hacia el Partido Revolucionario Dominicano, como un homenaje póstumo al líder ido a destiempo, como se acostumbra a decir.
El PRD obtuvo 83 diputados de 149, para un 55.7% y 24 senadores de 30 para un 80%.
Al año siguiente, el senador Amable Aristy Castro lo conminó a “ponerse los pantalones” y buscar la reelección, pero, el Dr. Leonel Fernández sabía que no tenía los números en el congreso para cambiar la constitución y mostró su “generosidad” dándole paso a la nominación del Lic. Danilo Medina.
En consecuencia, Danilo tuvo que enfrentarse a tres monstruos. Al efecto post mortem del Dr. Peña Gómez, al sentimiento reformista de la población en la persona del Dr. Balaguer y a la evidente desidia del gobierno. El desenlace no podía ser otro, ganó el Partido Revolucionario Dominicano.
El Ing. Hipólito Medina, candidato ganador, hizo un desastroso gobierno. Aun así, su irracionable empecinamiento en buscar la reelección se convierte en el motor de arranque del nuevo ciclo de buena suerte del Dr. Fernández, ganando holgadamente los comicios del 2004.
Mucho antes de ganar esas elecciones, ya la reelección del Dr. Fernández estaba montada.
Decimos esto porque en el año 2003, tres dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana, llevamos a un distinguido médico de la comunidad dominicana en Nueva York, quien dirigía un prestigioso movimiento cívico cultural en esta urbe, a un encuentro con Kirsis Fernández, hermana del Dr. Leonel Fernández, a quien el destacado galeno quería mostrarle su solidaridad con la campaña del Partido de la Liberación Dominicana, que en esos momentos promocionaba a Leonel como candidato en el 2004. para su primera reelección.
Terminada la reunión, uno de los dirigentes del PLD dijo: “Ahora, a luchar por Leonel y en el 2008, nos vamos con Danilo”
La reacción de doña Kirsis fue instantánea. ¡NO, A DANILO QUE SE ESPERE!
De las personas que estábamos en esa reunión desgraciadamente murió el Sr. Rafael Evans, ex cónsul dominicano en Nueva York. Los demás estamos vivos. No publicamos sus nombres porque no le hemos pedido autorización para hacerlo.
Cuatro años después de ese encuentro, el Lic. Danilo Medina acuñó la frase, “Me venció el Estado”
En esa ocasión, una delegación de Nueva York fuimos a visitarlo y la pregunta de rigor fue: Compañero, ¿Qué hacemos?, su respuesta fue tajante: “Trabajar con el compañero Leonel, como si lo estuvieran haciendo para mí”.
Danilo Medina se dedicó entonces a hacer un paciente y delicado trabajo político, no a enfrentar al presidente Fernández ni a su gobierno. Labor, que eventualmente, dio sus resultados.
La Constitución es modificada en el 2010, recordar el llamado pacto de las corbatas azules, con el principal propósito de quitarle el “Nunca Jamás”. Rehabilitando al Dr. Leonel Fernández y de ñapa, al ing. Hipólito Mejía, quienes, con la constitución vigente en ese tiempo, estaban jubilados.
Pero, en esa Constitución hay un detalle que regularmente pasa desapercibido y es el artículo 124 que dice:
Elección presidencial. El Poder Ejecutivo se ejerce por el o la presidente de la República, quien será elegido cada cuatro años por voto directo “y no podrá ser electo para el período constitucional siguiente”. Negritas mías.
Con este artículo y todos los jueces de las altas cortas nombrados por él, Leonel Fernández se aseguraba de que, si él no era el candidato, cualquier otro que llegara a la presidencia, solo podría gobernar un cuatrienio.
Después de consumado el hecho, no antes, el acuerdo firmado entre el presidente Leonel Fernández y el presidente del Partido Revolucionario Dominicano, Miguel Vargas Maldonado, es presentado ante el Comité Político y sin ninguna vacilación, el C. P., incluyendo a Danilo Medina, lo refrenda.
Hecho esto, los parciales Leonelistas, en el 2011, comienzan a analizar concienzudamente la situación reeleccionista y hasta los Vinchos, determinaron que no había un ambiente favorable para el Dr. Fernández. pues habría que modificar el artículo “candado” 124, pues la Constitución es de aplicación inmediata.
A pesar de esto, los llamados “senadores constitucionalistas” comienzan a colectar firmas para motivar la reelección, pero la popularidad del Lic. Danilo Medina era un obstáculo insalvable y en un grandioso acto en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto, Leonel, mostrando su “desprendimiento” pone sus dos millones de firmas “Al servicio del partido”
Aun así, se lanza el globo de ensayo de doña Margarita, pero Danilo gana la convención por amplio margen. (87.65%) y se enfrenta de nuevo al candidato del PRD Hipólito Mejía. ¿Se repetiría la historia?
Todo indicaba que sí, pues el ingeniero constitucionalista mayor, dijo que los senadores Leonelistas del PLD estarían, refiriéndose a la campaña electoral, en una especie de brazos caídos.
Esta pasiva actitud cambia radicalmente cuando Hipólito Mejía, con su característica incontinencia verbal, dice que, de llegar a la presidencia, al primero que trancaría sería al Ing. Félix Bautista.
La reacción de Félix no se hizo esperar, salió rápidamente de la modorra electoral y comenzó a mover sus extremidades frenéticamente y se integra, con todos sus senadores, a la campaña morada y por ósmosis, arrastra a Leonel Fernández y a la Dra. Cedeño de Fernández.
Hay que recordar que el Ing. Félix Bautista, junto al Ing. Diandino Peña, guardaron casi un año de prisión en el gobierno de Hipólito Mejía. Lo cual, no estaban dispuestos a repetir.
Gana las elecciones el Lic. Danilo Medina y sigue en baja el ciclo de Leonel, pues Danilo ha cumplido al pie de la letra su campaña de “Continuar lo que está bien, mejorar lo que está mal y hacer lo que nunca se ha hecho”
Además, dijo que Leonel le cambió el rostro a la ciudad y él se encargaría de cambiarle el rostro a la gente.
Pero, en los planes de Leonel no estaba, como nunca lo estuvo, que Danilo, si llegaba, fuera presidente por más de un periodo.
Desde la transición, estoy seguro de que muchos de ustedes lo recuerdan, los parciales del Dr. Fernández, con el alcalde Roberto Salcedo a la cabeza, comenzaron a hacer campaña por el regreso a la presidencia de Leonel Fernández.
Inmensas vallas por doquier, que, entre otras cosas decían, “Hasta luego señor presidente”
Comienza abiertamente el pugilato por la nominación presidencial en el partido de gobierno, para la candidatura del 2016 y paulatinamente los enfrentamientos van subiendo de tono. Al punto, que se presentan enfrentamientos verbales entre la facción del Dr. Fernández, que abogaba por la reelección para un cuarto periodo y los Danilistas que querían la continuación del presidente Medina.
Se hace una reunión del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana en el bello y pintoresco poblado de Juan Dolió y se llega al ignominioso acuerdo de 15 puntos, de los cuales solo se ha cumplido el número uno, que es colocar un transitorio a la Constitución, impidiéndole a un solo ciudadano de los más de 10 millones de dominicanos, el poder optar por la presidencia o la vicepresidencia ¡Nunca más!
Creemos que, en esa ocasión, el ego y el mesianismo le oscureció el raciocinio al Dr. Leonel Fernández y lo limitó a ver solo lo inmediato.
Si en el 2015, en vez de forzar la firma de ese humillante pacto, el Dr. Fernández se hubiera adherido a la merecida reelección del presidente Medina para el periodo 2016-2020, hoy, Danilo no tendría el mínimo argumento para oponerse a su vuelta al poder.
Por el contrario, lo ha enfrentado de una forma brutal llamándole al presidente Medina, entre otras cosas, “Dictador del siglo XXI” y no ha moderado las voces de sus adláteres que lo han amenazado hasta con enviarlo a la cárcel a él, a sus ministros y ¡Hasta su familia!
Sin embargo, resulta que el dictador del siglo XXI no se va a presentar a las venideras elecciones. Abriendo esa oportunidad a ocho de sus seguidores.
Mientras que el defensor de la constitución y paladín de la democracia, Dr. Leonel Fernández, auto declarado vinchista-balaguerista, emulando a sus mentores, sigue con sus lemas: “Leonel o que entre el mar”, “No hay marcha atrás” “Mientras Leonel respire, que nadie aspire” y “Bajo cualquier circunstancia, es pa’lante que vamos”
¿Por qué esta irrazonable actitud del Dr. Leonel Fernández? Simple, Porque la reelección indefinida, para él, siempre ha estado en su agenda. Desde aquel 1996 donde el azar, lo convirtió en presidente de la República Dominicana.
Carlos McCoy
agosto 2020