El doctor Carlos Amarante Baret es uno de los dirigentes del Partido de la Liberación de Dominicana que tiene una mayor visión sobre la importancia de la politica social y el desarrollo de un plan para modernizar la economía. Era uno de los precandidatos presidenciales de ese partido que tenía las ideas más claras en torno a un modelo de desarrollo para nuestra nación, basado fundamentalmente en convertir el país en una potencia exportadora.
Amarante Baret es un dirigente político de ideas, de conceptos, de aportes y de visión. Es de los pocos dirigentes del PLD que ha producido publicaciones escritas en torno a la necesidad de implementar políticas sociales progresistas que conlleven un enfrentamiento de la pobreza y en favor del progreso de las grandes mayorías.
Siempre afirmé, y sigo creyendo, que Amarante Baret no solo era el precandidato de mayor visión social y de mayor fortaleza política, sino que de todos los aspirantes danilistas, era también el más leal a Danilo y, por vía de consecuencia, era quien tenía más méritos históricos para ser el continuador y heredero del gobierno de presidente Danilo Medina.
De los ocho asiprantes del danilismo, nadie como Amarante Baret se la jugó por Danilo desde que éste se inició como opción política. Nadie como Amarante Baret arriesgó el pellejo para llevar a Danilo a convertirse en uno de los principales líderes del PLD y en uno de los mejores presidentes dominicanos de todos los tiempos. Nadie de ellos ha sido sinónimo de lealtad sin límites para Danilo, como Amarante Baret.
De manera personal, con Amarante he compartido muchos momentos difíciles en defensa de Danilo y el danilismo. He vivido situaciones de mucho dolor y de muchas tristezas, pero también he disfrutado con él la alegría de ver a Danilo llegar a la presidencia de la República, y hacer realidad los sueños y razones que nos sirvieron de soporte para defender el proyecto de nación que todos aspiramos.
Por todo eso, su decisión de renunciar como pre-candidato presidencial de danilismo me hace sentir muy apenado. Reitero que nadie merece más que él, ser el delfín y heredero político de Danilo. Y me duele más aún por la razones que pone como causas de su renuncia, donde expresa que hay “desigualdades internas” que no está dispuesto a tolerar e influencias de sectores en el estado que se han usado “sin pruritos”.
A pesar de todo eso, estoy convencido que Amarante Baret no será piedra de discordia del danilismo. El sigue comprometido con una renovación política y sabe que en este momento histórico eso solo lo garantiza un danilismo unificado, firme, leal al lider y propiciador de una nueva opción para gobernar.
Amarante Baret es un dirigente político con una gran visión estratégica, por lo que a pesar de sus razones válidas para no continuar por el momento en la lucha presidencial, el más que nadie sabe que Danilo tiene un compromiso con esta nación y que su casa política es el danilismo, por lo que no debe dar un paso atrás.
A mi hermano y amigo de siempre, Carlos Amarante Baret, solo le pido que ponga a un lado sus dolores y diferencias, que se mantenga firme al lado de Danilo, que de manera crítica pero decidida se sume a la decisión del danilismo de escoger un candidato unificado el próximo 9 de septiembre y ayude a que ese candidato gané la convención del 6 de octubre. Así seguirá haciendo patria y muy pronto también le llegará su momento.
Euri Cabral
Comunicador y Economista
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