Víctor Hugo, novelista, poeta y dramaturgo del romanticismo francés, creó la obra “Los Miserables”, considerada como una de las más importantes del siglo XIX, entre otras como “Odas y baladas”, “Las hojas de otoño” o “Las contemplaciones”, comprometido contra Napoleón III en “Los castigos” y “La leyenda de los siglos”, que lo inmortalizaron en un sello marca país, en un personaje inolvidable.
En una novela de estilo romántico en la cual plantea una reflexión sobre el bien y el mal, la ley, la política, la ética, la justicia y la religión.
El autor se inspiró un criminal francés para crear esta joya de la literatura. Además, analiza los estereotipos de aquel momento y muestra su oposición a la pena de muerte. En su núcleo, al fin, la novela sirve como una defensa de los oprimidos.
Fue un intelectual comprometido con la política del siglo XIX de Francia. En su faceta literaria y creadora, está considerado como uno de los más grandes en lengua francesa, mientras que en el terreno político abordó públicamente cuestiones que aún hoy en día siguen preocupando, como los derechos de las mujeres, la educación, la pena de muerte y la unidad de Europa, para la que proponía un modelo similar al de los Estados Unidos de América.
Fue un hombre humilde, poseedor de un cerebro muy bien nutrido, de gran sentimiento social y solidario. Por su grandeza, la Tercera República honró su muerte con un funeral de Estado, celebrado el 1 de junio de 1885 y al que asistieron más de dos millones de personas, y con la inhumación de sus restos en el Panteón de París.
Naturalmente, como suele pasar con todos los personajes notables, Víctor Hugo también vivió momentos placenteros y tormentosos. Tuvo una agitada vida personal, repleta de amantes, infidelidades y tragedias.
Se casó con Adèle Foucher, una amiga de la infancia, y ese matrimonio sumió en la locura a su hermano Eugène, que tuvo que ser internado hasta su muerte en 1837.
El autor y Adèle Foucher tuvieron cinco hijos, pero solo una sobrevivió a su padre. El primogénito, Léopold, murió antes de cumplir los tres meses; la segunda, Léopoldine, pereció ahogada a los 19 años, y Charles y François Víctor fallecieron a causa de la tuberculosis y el cáncer, respectivamente.
Adèle, la quinta creación genètica, tampoco tuvo una vida dichosa: sufrió numerosos problemas de salud mental y acabó sus días ingresada en un hospital psiquiátrico.
Mientras las desgracias familiares se sucedían, Víctor Hugo mantenía una relación con Juliette Drouette, que fue el gran amor de su vida.
La relación con Juliette no impidió al autor otros escarceos, como el que tuvo con la joven Léonie Biard y que terminó de forma abrupta cuando les descubrió el esposo burlado. Ella tuvo que cumplir cinco meses de prisión por la infidelidad, pero él se libró de la cárcel.
Adèle respondió a la actitud de Víctor Hugo entablando una relación íntima con un crítico literario. También contactó con Léonie para unir fuerzas contra Juliette, hasta el punto de que ambas le enviaron las cartas de amor que el autor les había escrito durante su relación con ella.
Cuentan sus biógrafos que el lanzamiento de “Los miserables” fue precisamente lo que llevó a Víctor Hugo a escribir el mensaje más corto de la historia.
Resulta que el autor se encontraba de vacaciones en el momento de la publicación de la obra, por lo que no tenía noticias de su acogida entre el público. En esas circunstancias, telegrafió a su editor un breve mensaje con un "?". La contestación que recibió fue igual de lacónica: "!".
La respuesta del editor era muy clara: “Los miserables” se había convertido en un éxito literario, con un lanzamiento editorial en diferentes países que provocó largas colas de personas en las librerías.