A las 8 y 37 minutos, tras una espera aderezada con videos de humor de los dos artistas, comerciales y avances de películas y documentales por estrenarse, la concurrencia al Palacio de los Deporte Virgilio Travieso Soto, que llenó toda la parte habilitada para presenciar Los Reyes pal Palacio, iniciaba la experiencia con una entrada digna de reyes, anunciada por el Heraldo del Reino, Salvador Pérez Martínez (gran maestro actoral dominicano) quien proclama la entrada de los Reyes del Humor con una corte con sus pajes, para seguir con la bendición del espectáculo (obviamente una condición que pidió Raymond).
El show que duró 2 horas con 20 minutos. Su momento más emotivo fue por video en las dos pantallas del escenario, Cuquín Victoria, Felipe Polanco “Boruga” y el gran Freddy Beras Goíco (EPD) valorando la calidad de los dos humoristas. Hubo lágrimas, probablemente de celebración y agradecimiento, sobre todo por Beras Goíco. Idea indiscutible de un tal Pinky Pintor.
Un cuarto de siglo
25 años de aceptación popular es mucho tiempo y merecía una prueba de fuego y un espectáculo como Los Reyes pal Palacio, en que se conjugaron: el carisma de dos figuras del humor que han creado una referencia propia, el orgullo de la nacionalidad, una cartelera con invitados de enorme incidencia en el público y una producción artístico-técnica perfecta y desarrollada con un enorme criterio profesional, con excepción del sonido sobre modulado en algunos momentos, problema inherente a la acústica de este espacio.
Un precedente
Los Reyes pal Palacio sentaba un precedente. No se había tenido antes la oportunidad de presenciar. Lo más cercano a esto fue el espectáculo de Julio Sabala, Tour 25 Aniversario: lo mejor de mi trayectoria…" del 31 de octubre de 2013, ( y que debió repetirse), pero en una sala que como la del Teatro Nacional, 1,539 asientos (914 en platea y 589 en balcón.
Raymond Pozo y Miguel Céspedes establecieron un record para espectáculos masivos de humor la noche de este sábado 14 de septiembre respaldados por más de ocho mil personas acudieron, pagando, a conmemorar la obra artística y el cariño a estos dos humoristas, provenientes de sectores populares y que lograron abrirse paso a fuerza de su talento, a pesar de las dificultades, puertas cerradas e indiferencias iniciales de quienes podían dar una mano.
Los Reyes pal Palacio fue sin dudarlo, un espectáculo bendecido de muchas formas y un premio a quienes desde la parte que no se ve, trabajaron por siete meses en el montaje, en el cuidado de cada detalle, en la búsqueda de los auspicios y en la relación de talentos que finalmente entrego lo mejor de sí.
Pozo y Céspedes llenaron el palacio de los Deportes (con excepción de la parte trasera del escenario, inhabilitada por la escenografía), en presentar un espectáculo basado en solo dos elementos: humor y sentido de nacionalidad, y potenciado todo por el concepto de producción de Caribbean Media World y la empresa audiovisual de José Enrique – Pinky- Pintor.
Pero hubo que esperar que la gente llegara. Muchos asistentes llegaron tarde y la producción decidió esperar para que se vieran llenos espacios cruciales de cara a la tarea de producir un documental que ira luego a pantallas de cine y TV.
Momentos cruciales:
• Raymond y Miguel hicieron una parodia de Omega, con una ronca voz que suena igualita.
• Ala Jaza, en persona, ofrece su super-éxito Es mi vida.
• Miguel Céspedes se luce como Pinguilo.
• Nashla Bogaert en papel de niña ilusionada
• Da Republic puso en escena un sentido de coreografía audaz e increíblemente precisa.
• Raymond presenta a Juan Carlos Pichardo, imitó a Toño, a Wason, a Eddy, Don Francisco, y a Roberto Cavada.
• Céspedes es introduce a Liondy Ozoria y a Irving como Darisho (personaje que ya debería desterrar) para cerrar esa parte trayendo a escenario a Carlos Sánchez y luego a Jochy Santos, ambos dueños de la escena y chispeantes.
• Raymond hizo a Joseph Cáceres (video) y en vivo hizo a Tubérculo Gourmet.
• Tono Rosario fue el invitado más ovacionado con su “Dale, negra dale”.
• La vieja Fefa dejo sentir su fuerza de más consistente juventud, su sabor y su vida, con “Vamo a hablar ingle”.
Los primeros pasos
Mucho tiempo ha pasado desde septiembre de 1994, cuando se formaliza la pareja de humoristas que tanta agua ha dado de beber en televisión, espectáculos en vivo y más recientemente en cine popular. Desde entonces se reafirmó la unidad de dos carismas artísticos de enraizamiento popular y nunca más se han separado.
La primera presentación de Pozo en televisión se produce en 1989 durante el Festival humorístico organizado por el humorista y empresario dominicano René Fiallo.1990 en un programa llamado Caribe Show junto a un grupo de comediantes (donde conoció a su eventual compañero inseparable Miguel Réspedes).
Miguel Céspedes, natural de Las Matas de Farfán, fue primero bailarín folclórico en su pueblo y se inicia en la actuación de humor con un personaje de vendedor de naranjas peladas que tocaba diversos temas, para luego pasar a programas televisivos como Caribe Show; allí conoció a su álter ego y amigo Raymond Pozo. La unión de ambos dura hasta hoy. De eso trató la celebración.