El pasado jueves junto con mi esposa Zinayda, fui a visitar a nuestra amiga-hermana venezolana Margarita Jiménez, su esposo Carlos y nuestra sobrina Estrellita. De repente, en medio de la degustación de unas suculentas y sabrosas arepas, Margarita se me acercó y casi a quemarropa me hizo la pregunta: ¿Por qué Gonzalo?
Supongo que me cuestionó de esa manera porque ha visto mi entrega y apoyo total a la candidatura de Gonzalo Castillo, desde que fue seleccionado como el candidato unificador del danilismo. Al responderle, tuve en cuenta dos aristas principales de la pregunta, inquietudes que deben tener mucha gente que ha visto como Gonzalo, en menos de un mes, se ha convertido en un verdadero y poderoso fenómeno político y electoral.
Lo primero que le dije a Margarita es que la explicación de por qué Gonzalo fue el elegido para representar al danilismo en la convención de octubre, a pesar de ser el último de los precandidatos que salió, hay que buscarla en su actuación frente a la reelección de Danilo. Gonzalo se mantuvo hasta el final como el principal impulsor y vocero de la fallida reelección del presidente Medina. Se la jugó hasta el final para lograrla, hizo todos los amarres de lugar, las declaraciones, los contactos y se convirtió en uno de los mejores defensores de la continuidad de Danilo, sin mostrar aspiraciones presidenciales.
En ese orden, recuerdo una reunión que sostuve hace cómo dos años con Gonzalo en su oficina, y le dije que mucha gente me hablaba de que él podía ser el candidato del danilismo, si Danilo no lograba reelegirse. En ese momento Gonzalo me dijo que varios empresarios le habían dicho lo mismo, y lo estimulaban a que se tirara como pre-candidato, pero que él prefería seguir impulsando la reelección del presidente Medina y esperar. Esa táctica fue correcta y le dio buenos resultados.
Luego le dije a Margarita que si bien cualquiera de los otro 6 precandidatos danilistas (Fernández Dominguez, Navarro, Amarante, Reinaldo, Temo o Radhamés) tienen la calidad política, profesional y moral para haber sido el elegido del danilismo, Gonzalo tiene algunos elementos importantes a su favor que lo catapultaron como el que reunía más condiciones para enfrentar al poderoso contendiente que es Leonel.
Lo primero es que Gonzalo es un gerente muy efectivo en la implementación de las políticas publicas. Igual que Danilo. Gonzalo tiene un alto grado de humildad, hasta el punto que durante su gestión como funcionario se caracterizó por su sencillez, su cercanía a la gente y una camisita manga corta con el logo del Ministerio de Obras Públicas en un extremo. Es decir, sencillo y cercano a la gente, como Danilo.
Gonzalo es el digno representante de la sangre nueva que Danilo pidió que tuviera su sustituto, en aquel discurso que dio a la nación para informar que no iba a optar por la reelección.
Es decir, Gonzalo se parece a Danilo en muchos aspectos, y por vía de consecuencia es la mejor opción para, poniéndole su estilo particular, darle continuidad a los excelentes gobiernos que ha realizado Danilo y a las grandes conquistas y avances que se han alcanzado en estos dos períodos de gobiernos danilistas.
Finalmente, le dije a mi amiga Margarita que no tengo dudas de que, sustentado en la poderosa fuerza del danilismo, apoyado por Danilo Medina, que es el líder principal y el mejor estratega político del país, y teniendo esa imagen de sangre nueva y buen gerente para manejar el estado, Gonzalo ganará la convención del 6 de octubre, será el candidato del PLD, ganará las elecciones del 2020 y será el próximo presidente de la República Dominicana. Para bien de todos.
Euri Cabral
Economista y Comunicador
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