El tema del clima ha sido debatido en numerosas cumbres de presidentes, jefes de gobiernos, científicos, académicos y ambientalistas, que nunca encuentran soluciones a este patético problema que está amenazando al hombre y demás especies vivientes. Se trata del cambio climático, un complejo asunto que ha ameritado numerosas investigaciones debido a la gran cantidad de factores que intervienen.
Los glaciares se están derritiendo, las temperaturas son más altas cada día, los ríos se están secando, provocando escasez de agua para regar los predios agrícolas, afectando también el suministro del líquido a la población.
El clima de la Tierra se sigue transformando como consecuencia de alteraciones en el balance energético que está sometido a variaciones en todas las escalas temporales, desde decenios a miles y millones de años.
Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra debido a causas naturales y a la acción depredadora, irracional e incontrolable del hombre, que está llevando al mundo hacia un cataclismo.
El término “efecto de invernadero”, que tanto se menciona en las cumbres improductivas de los líderes mundiales, se refiere a la retención del calor del Sol en la atmósfera del planeta por parte de una capa de gases en la atmósfera. Sin ellos la vida no sería posible, ya que el planeta sería demasiado frío o muy caliente. Entre estos gases se encuentran el dióxido de carbono, el óxido nitroso y el metano, que son liberados por las grandes industrias, la agricultura y la combustión de combustibles fósiles. Es ahí donde surge la crisis. Por eso, la temperatura sube de nivel y el frío es más intenso que años anteriores.
El mundo industrializado ha provocado que la concentración de estos gases haya aumentado un 30% desde el siglo pasado, cuando, sin la actuación humana, la naturaleza se encargaba de equilibrar las emisiones.
Estamos al borde de un colapso. Los líderes mundiales lo saben y no hacen nada para evitarlo. Es la razón de las movilizaciones y protestas de cientos de miles de jóvenes en diversas partes del mundo, desde Canberra hasta Kabul, pasando por Berlín hasta Ciudad del Cabo y Nueva York, para enviar un mensaje a los líderes que se dirigen a otra cumbre climática de la Organizaciòn de las Naciones Unidas (ONU). El calentamiento mundial no puede esperar.
Hace unos días leí que las aves en los Estados Unidos y Canadá se están extinguiendo y las investigaciones recientes de la revista Science lo atribuyen al cambio climático.
Los expertos saben desde hace tiempo que algunas especies de aves se han vuelto vulnerables a la extinción. Pero el nuevo estudio, basado en un amplio análisis de más de 500 especies, revela grandes pérdidas, incluso, entre aves tradicionalmente abundantes como los petirrojos y los gorriones.
Los científicos coinciden en que algunas de las causas de extinción son la pérdida de hábitat como consecuencia de la deforestación de bosques o montañas, y el uso más amplio de pesticidas. ¿Ocurriría igual con otros animales, incluyendo a los humanos?
Las aves comunes son vitales para los ecosistemas, pues controlan las plagas, polinizan las flores, propagan semillas y regeneran los bosques. Es decir, juegan un papel ecológico vital. Son enlaces dentro de las grandes cadenas y redes que existen en el ecosistema. Cuando estas desaparecen, sus hábitats anteriores a menudo no son los mismos.
Algunas transportan una variedad de cosas a través del medioambiente esparciendo semillas de varias plantas, lo que ayuda en la dispersión de las mismas. Los colibríes polinizan varias plantas productoras de néctar, transportando el polen en sus picos y plumas de una flor a otra. Las aves zancudas reubican los huevos de peces que se pegan a sus patas, ayudando así en la dispersión de los peces a otras partes de un río o pantano.
¿Cuál es el origen de estas especies en vía de extinción? Tal vez muchas personas no saben que sus ancestros fueron los dinosaurios.
Se baraja la hipótesis de que los dinosaurios fueron extinguidos por el impacto de un meteorito en el Golfo de México, como se creía hasta ahora, o por grandes erupciones volcánicas en el centro-oeste de la India ocurridas 50.000 años antes del choque del asteroide o cometa gigante que terminaron con dos tercios de las especies vivas que habitaban la Tierra, hace 66 millones de años.
Los científicos buscan respuestas de por qué murieron estos animales, mientras que la mayoría de los mamíferos como tortugas, cocodrilos, salamandras, ranas, sobrevivieron. Igual sucedió con las serpientes, bivalvos, los erizos, estrellas de mar y las plantas, capaces de soportar climas extremos.
Al parecer, la situación se está repitiendo con el cambio climático, que está alterando el sistema medioambiental del planeta y amenazando con desaparecer todos los seres vivos que la habitan. ¿Es la antesala del apocalipsis?