Santo Domingo.-La iglesia católica espera que las elecciones internas de los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y Revolucionario Moderno (PRM), que se celebrarán el próximo 6 de octubre, se conviertan en un auténtico ejercicio de la democracia y que se celebren en un ambiente de respecto de los derechos civiles y políticos de los ciudadanos que concurran a las urnas.
Así lo expresó el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo. Monseñor Jesús Castro Marte, señalando que la iglesia ha apelado al buen juicio y a la sensatez del liderazgo político nacional, a través de diferentes medios de comunicación y en sus sermones dominicales.
Dijo que para los obispos católicos y representantes de distintos niveles de la sociedad dominicana se ha convertido en una “seria perturbación” la forma, con frecuencia agresiva e irrespetuosa, con que muchos seguidores de los principales precandidatos internos de los partidos se expresan de sus contrarios.
“Esperamos que las cosas mejoren y cesen los insultos y descalificaciones, para que las convenciones de los dos grandes partidos discurran con la tranquilidad y el respeto a los derechos de los ciudadanos que todos esperan dentro del sistema democrático”, precisó el obispo.
Castro Marte recordó que la iglesia católica, a través de diferentes medios de comunicación, ha expresado su desconcierto sobre la posibilidad de que se produzcan perturbaciones y violaciones a los derechos electorales y políticos de los votantes, que puedan afectar la estabilidad y la democracia en el país.
“En ese sentido, al aproximarse el domingo 6 de octubre, fecha en que los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y Revolucionario Moderno (PRM) se abocan a celebrar bajo la nueva modalidad de “primarias abiertas simultaneas”, establecida por la Ley de Partidos, pedimos moderación y respeto para que la contiende discurra con la altura correspondiente”.
El obispo señaló que el liderazgo de ambos partidos, su militancia y la ciudadanía en general tienen el compromiso de que dicho evento sea un “auténtico ejercicio de la democracia y que transcurra en el marco del debido respeto a las opiniones e integridad física y moral de los demás”.
Finalmente, afirmó que existe temor de que las pasiones pudieran desbordarse y que puedan originarse hechos violentos debido a las presentes características de este proceso, y que por eso la iglesia ha reiterado su llamado a la cordura y al comedimiento para se eviten sucesos que lamentar y pongan en entredicho la legitimidad de las convenciones.