La política profósil del Gobierno es la mayor amenaza que padece el turismo dominicano, porque a la vez que refuerza el cambio climático y sus efectos, impide que el país se convierta en un destino verde cada vez más demandado por el turismo mundial, afirmó el vocero del Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático (CNLCC), Enrique de León.
Durante el panel Cambio Climático y Turismo en República Dominicana, celebrado el jueves pasado por la Escuela de Turismo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD, en conmemoración del Día Mundial del Turismo, De León explicó que existe una contradicción total entre el modelo profósil establecido por las autoridades gubernamentales y la necesidad de convertir el turismo dominicano en marca verde para responder a la actual demanda del mercado.
Manifestó que como consecuencia de la aplicación de la actual política pública el país incrementará su huella de carbono a niveles insospechados, pese que la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo estableció como meta para el 2030, la descarbonización de la economía y de la generación energética.
Señaló que cuando las plantas de carbón de Punta Catalina comiencen a operar arrojarán a la atmósfera 6.34 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, con lo que se incrementarán por esta única causa las emisiones totales del país en más de un 20 %, y la matriz eléctrica del país será en un 90% en base a combustibles fósiles, un 52% a carbón mineral y un 38% a gas natural.
“Pero lo más grave está por venir. El Ministerio de Energía y Minas mantiene actualmente en Houston, Texas, EUA, una licitación internacional de 14 bloques para la exploración y explotación de hidrocarburos, la 5ta. Parte del territorio y de la plataforma marítima de la República Dominicana, lo que significa que vamos camino a ser uno de los países del mundo de mayor emisión relativa de gases de efecto invernadero, por encima incluso de la India”, expuso.
Planteó De León en su exposición, que es totalmente incompatible una maca país verde en turismo con el “sueño muy retrógada” de convertir a la República Dominicana en otra Trinidad y Tobago en el centro mismo del Caribe.
Consideró que las autoridades dominicanas aún no se percatan de que estamos ante la inminencia de una gran catástrofe a causa del cambio climático y que el incremento de las emisiones de dióxido de carbono por la quema de fósiles, agrava la crisis climática y expone al país al desastre.
“Lo que está en riesgo no es solo el turismo sino el paraíso mismo que vende esta industria, lo que está en riesgo no es sólo la pérdida de dinero y de infraestructura, sino la vida de una gran cantidad de habitantes y el patrimonio acumulado en los últimos 50 años por el pueblo dominicano”, aclaró.
Indicó que bastaría que llegue un huracán como Dorian que azotó recientemente a Las Bahamas, para que el país retroceda medio siglo, con un costo en vidas de miles de personas.
Puso como ejemplo que el huracán George de 1998 causó pérdidas de más de un 14% del PIB del año anterior, lo que quiere decir que si afecta al país un huracán “nivel infierno” como lo calificó el secretario general de ONU, Antonio Guterres, el desastre sería completamente asolador.
Dijo que por efecto del cambio climático los huracanes son ahora más intensos, más numerosos, menos previsibles y más devastadores. “Los modelos climáticos pronostican que en los próximos cinco años existe la probabilidad de que tres huracanes de este nuevo tipo afecten a la isla, pero de esto no se enteran las autoridades”, agregó.
Además de enfrentar el aumento del nivel del mar que sepulta bajo las aguas las playas, el ataque del sargazo, las olas de calor y los huracanes, la industria turística también padece la política profósil del Gobierno que “está espantando del país la más fuerte y sostenida tendencia del turismo actual que busca destinos ambientalmente sostenibles”.
“Como lo demuestra la presenta baja del turismo que se registra en el país desde el mes de junio, la industria turística es muy sensible y vulnerable. Si el país no avanza hacia un destino verde, es muy probable que la actual tendencia hacia la baja de visitantes se mantenga y se profundice, si antes un huracán no nos aniquila”, advirtió.
Resaltó que el país tiene una doble razón de abandonar el modelo fósil, la primera para contribuir a la mitigación del cambio climático a favor de nuestra sobrevivencia, y la segunda, para preservar y fortalecer la industria turística.
Además de Enrique de León, también participaron como expositores en el panel, Andrés Marranzini, vicepresidente ejecutivo de ASONAHORES, Johnattan Pitts, operador ecoturístico de Las Terrenas, Samaná, y Luís Carvajal, coordinador de la Comisión de Medio Ambiente de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD.
En el acto de apertura del evento, hablaron la directora de la Escuela de Turismo, Dorka Alcántara, el vicerrector de extensión, Antonio Medina y el vicedecano de la Facultad de Ciencias Económica y Sociales, Antonio Ciriaco. La actividad se desarrolló en el Paraninfo Ricardo Michel de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD.