Algunos ciudadanos se dan a la injusta tarea de atacar la cobertura de servicios que ofrece el Sistema Integrado de Atención a las Emergencias y Seguridad 911, iniciativa gubernamental que tiene como meta inmediata socorrer a la ciudadanía en toda situación de causas o circunstancias, a veces no previsibles.
Los cuestionamientos provienen cuando se dan situaciones de urgencia de personas que necesitan ser atendidas cuando sufren algún percance inesperado de salud. La principal crítica es por la tardanza de algunas unidades para llegar al lugar donde surgen las llamadas de emergencia.
Cuando alguien llama para reportar un caso de emergencia, el operador debe hacer algunas preguntas protocolares para luego pasar la información a las unidades que están en las calles. Mucha gente se molesta cuando le piden detalles sobre las condiciones de la persona que amerita atención médica. No debe ser así. Una buena información puede ayudar a salvar vida y a que las unidades de emergencia lleguen más rápido. Es la razón de las preguntas rutinarias del operador.
En ocasiones, la ambulancia tarda más de lo debido para llegar al destino donde es requerida y es porque tal vez el ciudadano que llama no sabe explicar bien la ubicación.
Además, y es lo más repugnante, se agrega el detalle de que muchos ciudadanos que conducen vehículos no abren paso a las ambulancias, policía o bomberos, una aptitud que puede provocar la muerte a las personas en estado de gravedad. ¿Cuestión de ignorancia o indisciplina?
La efectividad de este moderno método descansa en la destreza del personal responsable del manejo de la alta tecnología de la información, que debe estar alerta para dar respuestas rápidas cuando se presente una emergencia.
A la par con la instalación de este programa, se desarrolla una permanente campaña mediática de educación y orientación dirigida a la ciudadanía sobre la base de importantizar el sistema, saber en qué momento deben llamar y así obtener los beneficios deseados.
El sistema 911, en todos los países donde opera, se considera una responsabilidad de todos. Por tanto, esa orientación debe llegar a la gente en forma inmediata a través de los medios de comunicación de masas, sobre todo los electrónicos que, salvo algunas excepciones, transmiten programas que son basuras.
Los padres de familia tienen una valiosa cuota de responsabilidad en este escenario; por lo tanto, deben comenzar hablando con los hijos en relación al tema.
Creo en la necesidad de establecer una ley que castigue con prisión y elevadas multas (tal como ocurrirá cuando se hagan llamadas falsas) a los choferes o conductores de vehículos privados que se compruebe han obstaculizado el paso de los vehículos asignados al sistema 911, cuando acudan a socorrer a alguien. Hay que dejar un mensaje claro sobre el particular.
El programa está diseñado para que cuando surja una emergencia, lleguen al lugar, de manera simultánea, una ambulancia equipada, los bomberos, la policía y, por supuesto, una unidad motorizada de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET), que se encargue del franqueo.
Este servicio, que será establecido en las principales ciudades del país, también se convierte en un método efectivo para fortalecer el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana contra la delincuencia que tanto temor ha provocado en la población. Hay que cuidarlo.
Haciendo un poco de historia sobre el origen del 911, diríamos que es el número de teléfono más utilizado por países de todo el mundo, como mecanismo central de emergencias.
El primer número manejado como punto de contacto para cualquier emergencia fue utilizado en Inglaterra, en 1937. Mediante el número 999, los ciudadanos podían comunicarse con los bomberos, la policía y los servicios de emergencia médica desde cualquier lugar del país.
En Estados Unidos, el sistema nació en 1968. La primera llamada fue hecha el 16 de febrero, en Haleyville, Alabama y desde entonces ese servicio ha salvado muchas vidas en diferentes puntos del universo.
El número de emergencia empleado en Europa es el 112. Si bien en algunos países el 911 funciona, el 112 es el principal. El 999 es utilizado en Europa, Asia y África.
Las naciones que utilizan el número de emergencia 911 son: Estados Unidos, Canadá, Argentina, Uruguay, Paraguay, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Ecuador y ahora República Dominicana.