El ex presidente Leonel Fernández ofrecerá este domingo en la noche un esperado discurso, en medio de rumores de que anunciará su renuncia del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), del cual es presidente, pero cuyos organismos dirigenciales no controla.
La opción de renunciar del PLD es una de las tantas decisiones que podrían informar el pre candidato presidencial, a quien los resultados de las primarias del domingo 6 de octubre no favorecieron y que Leonel ha insistido fueron adulterados para favorecer a Gonzalo Castillo.
Los seguidores leales a Fernández han estado expresando en las redes sociales que se irán donde él vaya. Incluso, el doctor Marino Vinicio Castillo, se lo ha pedido: “Váyase de ahí, no se quede en ese estercolero, que ese pueblo le va a responder”, le exhortó el veterano abogado.
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Para muchos, en su sano juicio, la mejor decisión de Leonel sería abandonar el PLD, para que, en tienda a parte, dé continuidad a su proyecto político y a su visión de nación.
Están convencidos de que en la cultura política dominicana –y así lo consigna la historia-, dos liderazgos fuertes no pueden convivir en un mismo partidos, como ocurre con el suyo y el del presidente Danilo Medina, líder de la otra facción partidaria.
¿Pero es la renuncia del PLD la mejor opción que tiene Leonel ante esta difícil coyuntura política? Hay quienes sostienen que la ideal sería asegurarse una negociación que le permita preservar la fuerza acumulada en las primarias, el 50% de los electores y entre un 30 a un 35 % de los candidatos escogidos para las elecciones 2020.
Con su renuncia del PLD, todo ese caudal electoral podría esfumarse, incluso abandonarlo y ponerse al lado de sus opositores internos en un intento de preservación.
Los expertos en política entienden que la llave para un eventual triunfo de Gonzalo Castillo en el 2020 la tiene Leonel Fernández, y que el danilismo, no desestimaría una negociación en la que el presidente del partido se sienta cómodo, y con ello, se logre reagrupar las fuerzas peledeístas que ha gobernado el país por más de veinte años.
Es la disyuntiva, aseguran los analistas. Si renuncia, Leonel podría perder más que si negocia; pero lo mismo ocurriría con Gonzalo Castillo, si su rival en las primarias abandona el barco y corre con otro proyecto en los venideros comicios. Lo ideal para el candidato ya proclamado es que busque la manera de una negociación en la que Loonel se sienta confiado y que fortalezca su oferta electoral del delfín del danilismo.
La otra opción de Leonel Fernández sería seguir peleando para demostrar que fue víctima de un fraude en las primarias del 6 de octubre. La batalla sería dentro y fuera del PLD, incluso en las instancias legales. El éxito de esa empresa dependería de que las pruebas de fraude sean irrefutables, de que la Junta Central Electoral (JCE) coaligadas con sectores del danilismo, participó en la adulteración del proceso de primarias, lo que sería largo y tedioso, y de alto riesgo no solo para los protagonistas, sino para la institucionalidad del país.
Pero en política hay cosas que no se ven. Y una de ella es, probablemente, que tanto Leonel como Danilo hayan concluido en que no pueden convivir en el PLD, y ambos hayan trabajado durante años para producir lo que al parecer es una inminente y definitiva ruptura.
De ser este último el eje de conflicto, no esperemos otra decisión de Leonel Fernández que no sea la de anunciar un proceso de abandono del PLD como se lo ha sugerido el doctor Marino Vinicio Castillo.
En conclusión, la opción es una: renunciar, pelear o negociar.