Su alto impacto en la calidad de vida del paciente y su entorno hacen que el diagnóstico oportuno y el manejo adecuado de esta condición sea indispensable.
LIMA, Peru, 17 de octubre de 2019 – /PRNewswire/ — El dolor crónico afecta a uno de cada 10 [1] adultos en el mundo y en el caso de Latinoamérica, se estima que tres de cada diez personas lo padecen. En ese sentido, instituciones como la Organización Mundial de la Salud han señalado que se debe reconocer el alivio de esta condición como parte integral del derecho a la salud física y mental.
Asimismo, la OMS ha advertido que la independencia de los individuos puede limitarse tanto, que este padecimiento es considerado como uno de los problemas de salud más subestimados globalmente y que, alrededor de la mitad de quienes padecen dolor crónico no pueden hacer ejercicio, dormir adecuadamente, caminar, conducir un auto; así como desempeñar actividades domésticas sencillas.
"El dolor crónico impacta la calidad de vida y puede afectar incluso la salud emocional de quienes lo padecen. De no ser manejado adecuadamente, llegaría a tener un impacto importante en la vida del paciente y de su entorno cercano. Es por esto que su abordaje debe ser multidisciplinario e integral, entendiéndolo como lo que realmente es: una enfermedad en sí misma", afirmó la Dra. Olga Carrón, Directora Regional de Asuntos Médicos de Grünenthal para América Latina.
A propósito del Día Mundial contra el Dolor, estas son algunas características particulares del dolor crónico:
Condición prolongada. El dolor es una respuesta a un estímulo nocivo sobre el organismo que tiene una función protectora: alerta sobre el daño e indica que hay algo que debe tratarse. Sin embargo, cuando éste se prolonga por más de 3 meses, se considera crónico [5] y deja de cumplir un propósito útil.
Intensidad. En la actualidad, preguntar por cuán intenso es el dolor que siente el paciente ha empezado a formar parte del protocolo de atención médica. Aunque el registro de la intensidad del dolor siempre es subjetivo, la ventaja es que el médico obtiene una idea directa de la percepción del paciente y que le permite definir si se trata o no de dolor crónico.
Alta prevalencia. Se estima que 3 de cada 10 personas sufren de dolor crónico en Latinoamérica y, en el mundo el uno de cada diez adultos padece esta condición.
Multicausal. El dolor crónico puede tener como antecedentes una infección, un problema de espalda o enfermedades como el cáncer, la artritis, el dolor neuropático, fibromialgia, entre otros. Sin embargo, a diferencia del agudo, la enfermedad de base deja de ser el origen: se hace crónico cuando ocurre un daño en los nervios, por lo que debe ser tratado como una condición independiente.
Impacto en la calidad de vida. Además del impacto en el funcionamiento físico, puede ocasionar ansiedad, depresión, perturbaciones del sueño, entre otros problemas que impiden el desarrollo personal del paciente. Por otro lado, investigaciones recientes indican que el 78% de pacientes no se encuentran satisfechos con la eficiencia del tratamiento que reciben.
Asimismo, diferentes estudios indican la necesidad de que los diversos actores del sector salud trabajen en conjunto, para mejorar la comprensión que se tiene sobre el dolor crónico a fin de ofrecer un diagnóstico oportuno y un manejo adecuado para los pacientes que sufren esta con esta condición.
Referencias