La industria turística dominicana vivió el trago amargo de soportar lo que para mucho no fue más que una campaña de descrédito en contra de este destino.
Ocurrió cuando se difundió en el mundo con amplio despliegue mediático, que muertes de turistas ocurridas en algunos hoteles eran el resultado de acciones delincuenciales y falta de seguridad y deficiencia en el servicio en esos centros de hospedaje.
Las autoridades dominicanas respondieron que los decesos se habían producido por muertes naturales, pero insistentemente la campaña mediática en el exterior insistía en todo lo contrario.
La verdad ha salido a flote con el informe del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos que ante las denuncias y quejas de estadounidenses abrió una investigación sobre las muertes de turistas en zonas turísticas de República Dominicana. Posteriormente el organismo entregó un informe a las autoridades dominicanas.
Un comunicado divulgado por la cadena Fox News 43, que le fuera remitido por la Oficina de Asuntos Consulares del Departamento de Estado Unidos confirma que: "Los resultados de las pruebas toxicológicas extensivas adicionales realizadas hasta la fecha han sido consistentes con los hallazgos de las autoridades locales (República Dominicana). Nuestras condolencias están con las familias durante este momento difícil".
Hasta el momento la Procuraduría General de la República no ha dado a conocer los detalles sobre la muerte de turistas en el país, debido a que en una ocasión se realizaría una rueda de prensa que fue pospuesta porque "los resultados que se estaban esperando del Federal Buró Investigación (FBI) llegaron de manera parcial".
Al menos diez ciudadanos estadounidenses murieron en diferentes casos después de aparentes problemas de salud repentinos en la República Dominicana desde junio de 2018, según la información del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Algunas de las víctimas estadounidenses que murieron fueron Robert Wallace, Miranda Schaup-Werner, Nathaniel Edward Holmes, Cynthia Ann Day y Leyla Cox.
La muerte de los turistas generó una crisis en el turismo dominicano, que llegó a disminuir por varias semanas debido al temor de los visitantes a no sentirse seguros en territorio nacional.