El doctor Leonel Fernández, una figura de gran trascendencia y presencia política, un intelectual de fuste, tres veces presidente de la República, participó en las primarias internas del Partido de la Liberación Dominicana -PLD- y fue derrotado.
El nunca se preparó para esa derrota y ha estado justificando su pérdida en un supuesto fraude, el cual nunca ha documentado de manera clara, ha dado multiples justiciaciones contradictorias y no tiene el más mínimo fundamento en su protesta.
Leonel no perdió por ningún fraude electoral. Leonel perdío por una serie de situaciones que se dieron a su alrededor, las cuales nunca supo manejar correctamente.
Leonel perdió desde el mismo momento en que frente al Altar de la Patria dijo en el 2013, que el PLD era una fábrica de presidentes, pero no lo entendió y quiso volver a ser presidente y no darle paso a alguien diferente.
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Leonel perdió por que no tuvo la humildad de entender que ya su ciclo como aspirante presidencial había terminado después de haber sido tres veces presidente, y por demás un buen presidente.
Leonel perdió porque no tuvo la humildad de crear un nuevo liderazgo presidencial en su corriente, al que el pudo haberle entregado la antorcha y darle la oportunidad de dirigir los destinos de una nación que ya habia sido dirigido en tres ocasiones por él.
Leonel perdió porque se creyó insustituible como aspirante presidencial. Porque le falto humildad y vision para entender que un lider de su magnitud y trascendencia histórica, debe saber el momento en que debe retirar sus aspiraciones y ambiciones, y darle paso a una nueva generación de actores políticos.
Leonel perdió porque no tuvo la humildad de apoyar a Margarita Cedeño, su esposa, su compañera de vida y de sueños, quien tenía tanta o más popularidad que él mismo. Si hubiera apoyado a Margarita, la situación presentada en las primarias del PLD de seguro hubiesen sido muy diferentes.
Leonel perdió porque en vez de pactar y ganarse a Danilo en cuanto a la rehabilitación, lo que hizo fue enfrentarlo, llamarlo dictador, hacerle un lio en el congreso, irrespetarlo, denigrarlo y subestimarlo.
Leonel perdió porque irrespetó a su partido del cual es presidente, le faltó el respeto al Comité Político del PLD y denigró a muchos funcionarios y lideres, llamándolo generales sin tropa y otros calificativos denigrantes. Irrespetó a esos mismos funcionarios y miembros del CP que fueron los responsables de llevarlo a la presidencia en tres ocasiones en que pudo alcanzarla.
Leonel perdió porque al impedir que Danilo pudiera reelegirse, haciendo un lío frente al congreso, se creyó que obligatoriamente el PLD debía elegirlo como candidato presidencial y que nadie estaba en capacidad ni calidad para enfrentarlo.
Leonel perdió porque subestimó e irrespetó a Danilo y creyó que al impedir que pudiera reelegirse, lo dejaba sin opciones para maniobrar políticamente.
Leonel perdió por que subestimó a Gonzalo Castillo, lo despreció, lo irrespetó y puso a su entorno a hacerle una campaña perversa e irrespetuosa, poniendo ellos a Leonel como el hombre más preparado del mundo y que por lo tanto solo él merecía ser nuevamente presidente de la República.
Leonel perdió porque dijo que eliminaría las visitas sorpresas, tratando de esa manera de irrespetar a Danilo y denigrar uno de sus mejores planes de gobierno. Leonel no entendió que esas visitas sorpresas eran la mejor siembra para lograr que el sector rural apoyara al candidato que Danilo presentara y que iba a continuar esas visitas.
Leonel perdío porque le falto humildad, visión y capacidad de concertación. Era muy pero muy difícil que Leonel pudiera vencer a un frente unificado de Danilo, Gonzalo, la estructura del PLD y del gobierno.
Si como se ha estado rumorando, Leonel se va del PLD, sería una nueva derrota para él. Leonel debe tener la suficiente humildad para reconocer que perdió, pedirle excusas a los miembros del Comité Político y retirarse un tiempo a reflexionar. Tal y como hizo Danilo en el 2007, cuando Leonel y el estado lo vencieron, y 4 años más tarde se convirtio en el presidente de la República.
Leonel no debe dejarse usar de una serie de pequeños partidos y dos o tres termocéfalos políticos, que se benefician de su figura política, pero le dañan su trascendencia histórica.
Si en este momento histórico Leonel, un político brillante y visionario, asume la decisión de actuar en base a odios y rencores y renuncia del PLD, para encabezar una convención de partidos que no le aportan nada, estará caminado rumbo a un suicidio político. Ojalá Dios lo ilumine y tenga la humildad de reconocer que perdió y que es tiempo de darle paso a Gonzalo para que el PLD gane las elecciones del 2020 y continúe dirigiendo la República Dominicana.
Euri Cabral
Economista y Comunicador