En varias ocasiones he afirmado que una de las características principales del liderazgo moderno en todas las áreas, es la humildad.
Jesús, el más grande modelo de líder que ha existido en la humanidad, nos muestra la humildad, como una de sus grandes enseñanzas. EL, siendo hijo de Dios y teniendo todo el poder celestial, fue capaz de mostrar su alto grado de humildad al lavarle los pies a sus discípulos, la noche antes de ser apresado y luego crucificado.
He planteado siempre que Danilo es un lider político moderno que tiene de sobra lo que a muchos lideres dominicanos les falta: Humildad. Y esa misma característica adorna también a Gonzalo Castillo, el más reciente fenómeno de la política dominicana.
Danilo es un político especial, sencillo, simple, humano. Un dirigente que piensa primero en los demás y que no pone sus intereses personales sobre los colectivos. No es un empecinado ni un obsesionado por el poder. Antes al contrario, es un gran servidor de los demás, que ha entregado todo para ser útil socialmente hablando.
Danilo no es un aferrado al poder por ambición o delirio de grandeza. Es un líder que habla con su ejemplo, que es capaz de entregar todo su tiempo para servir, un líder que sabe escuchar, que sabe resolver y que no se cree por encima de nadie.
Danilo es un verdadero estadista, un hombre que no piensa en las futuras elecciones sino en las futuras generaciones. Al no poder ser reelecto nuevamente, Danilo se puso como meta que quien le sustituyera en la presidencia fuera un político con sangre nueva, que no se creyese superior a los demás y que, sobretodo, sea un lider humilde, cercano a la gente y un gerente efectivo y eficaz.
Gonzalo Castillo reúne todas esas cualidades y por eso, cuando fue elegido por el danilismo como su candidato, el presidente Medina se empleó a fondo para que ganara la nominación del PLD. Y lo logró. Hoy Gonzalo es el candidato que representa la continuidad del buen gobierno de Danilo.
Pero ahora Danilo, que es el mejor estratega político de la nación dominicana, tiene ante sí un nuevo y complicado reto: Lograr que Gonzalo gane las elecciones de mayo del 2020 y sea el próximo presidente de la Republica. Y conociendo como conozco a Danilo, sé muy bien que esa meta la alcanzará y Gonzalo será el presidente que le sustituirá el 16 de agosto del 2020.
Algunos creen que por lo que ha pasado en el PLD, Danilo y Gonzalo podrían ser derrotados. Pero quienes así piensan, con odios y rencores en sus corazones, no conocen la enorme capacidad de trabajo ni la visión estratégica de Danilo, teniendo a mano un candidato tan potable, tan novedoso y tan impactante como Gonzalo.
Danilo, como estratega, Gonzalo como candidato y esa poderosa fuerza electoral y política que es el PLD, ganarán las elecciones de febrero y de mayo, para bien de la nación dominicana. Una alianza anti-histórica y desfasada de quienes hasta ayer era enemigos a muerte, no podrá derrotar el presente y el futuro. Nuevamente ganará la humildad que representan Gonzalo y Danilo. Para bien de todos.
Euri Cabral
Economista y comunicador
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