Buenos Aires, Argentina.- La situación fiscal de América Latina y el Caribe es sumamente frágil, por lo que requiere reducir los déficits para avanzar hacia un mayor crecimiento con menos inflación, afirmó aquí el presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), ingeniero Temístocles Montás.
Al pronunciar la conferencia “La política fiscal en el entorno macroeconómico de América Latina”, Montás señaló que bajar los déficits fiscales de los países de la región contribuye a reducir la relación deuda-producto interno bruto (PIB) “contribuyendo así a la sostenibilidad de las finanzas públicas y al abaratamiento de los créditos internacionales”.
Montás habló ante expertos y funcionarios durante un acto organizado por el Instituto Latinoamericano de Administración Pública (ICAP) que se celebró en la Universidad Católica de Chile con una asistencia nutrida de varias delegaciones de países de América Latina.
“Abordar el tema del ajuste fiscal en América Latina y el Caribe pasa primero por tener en cuenta que cada país tiene sus características propias. No es lo mismo países con presiones tributarias bajas (Centroamérica y el Caribe) que aquellos que ya tienen presiones tributarias altas (Argentina, Brasil, Uruguay). En los primeros es razonable pensar en aumentar los impuestos. En los segundos habrá que tomar muy en cuenta el espacio fiscal de que se dispone, expresó el experto en economía.
Tomando en cuenta que hay dos tipos de ajuste, el gradual y el shock, Montás expresó los graduales, aunque solo recorta el gasto primario en 4% al año, son menos costosos que los tipos shock donde el gasto primario se recorta, en promedio, aproximadamente un 8% al año.
Recordó que en los últimos años, en América Latina y el Caribe se ha recurrido a los ajustes graduales por impactar menos en el crecimiento.
“Cualquier reforma deberá propiciar que aumente de la participación de la inversión pública en el gasto público debido a su comprobado efecto en el crecimiento a mediano plazo. Una buena política es proteger el gasto de capital en los períodos de bajos crecimientos y crear mecanismos legales para no aumentar los gastos corrientes en los períodos de auge, tomando en cuenta que uno de los grandes problemas de la región es que se acostumbró a generar gastos permanentes con ingresos no permanentes”, apuntó Montás.
En cuanto al gasto primario corriente, el líder del PLD consideró que también hay que proteger las transferencias sociales por sus efectos en los indicadores sociales, de manera especial la pobreza, por lo que “lo ideal es no reducir la inversión pública pero tampoco las transferencias sociales”.
Consideró necesario lograr mayor ahorro en el gasto corriente reduciendo las filtraciones en el gasto tributario y en los subsidios a la energía, y recortando el gasto público improductivo, para eliminar las distorsiones creadas por políticas tributarias no bien diseñadas.
Déficits fiscales en la región
El líder político dominicano manifestó que en los últimos 19 años, la región ha tenido todos los años déficits fiscales, promediando 3.1% del PIB por año.
Citó que en 2018, el 24% de los países de la región tuvieron déficits fiscales superiores al 5% del PIB, y de los 33 países y territorios de América Latina y el Caribe, 30 tuvieron déficits fiscales. En el 2017 fueron 29 los que tuvieron déficits fiscales.
Explicó que ese comportamiento en materia de recaudación y gasto provocó que la deuda pública para el conjunto de la región pasara de 46.7% del PIB en 2000 a 67.5% en 2018.
“Entre 2017 y 2018, la deuda de la región se incrementó en 6.3 puntos porcentuales. Nueve países (Jamaica, Barbados, Venezuela, Belice y Antigua y Barbuda, Brasil, Argentina, Aruba y Dominica) mostraban en 2018 ratios deuda/PIB superiores al 80%. En 2017, solo seis países tenían ese comportamiento (Jamaica, Barbados, Belice, Antigua y Barbuda, Brasil y Aruba)”, informó Montás.
Señaló como preocupante la situación de Argentina, pues entre 2017 y 2018, “la deuda se incrementó en casi 30 puntos porcentuales del PIB. Brasil incrementó su deuda en 3.8 puntos porcentuales, Las Bahamas en 8.9, Costa Rica en 4.9 y Nicaragua en 3.3”, mientras que Venezuela pasó la deuda de 23.1% del PIB en 2017 a 182.4% del PIB en 2018.
Crecimiento del gasto público
Al abordar el aspecto del gasto público en América Latina y el Caribe, Montás señaló que en los últimos 19 años registró un crecimiento importante, tomando en cuenta que entre los años 2000 y 2018, “el gasto público se incrementó en 5.4 puntos porcentuales al pasar de 26.2% del PIB a 31.6% del PIB. El gasto público logró su mayor nivel en 2014 cuando representó el 33.6% del PIB”.
No obstante, a partir de ese punto se inicia una caída del gasto público, colocándose en 2018 en 31.6% del PIB.
Montás explicó que los ingresos del gobierno general en América Latina y el Caribe crecieron también de manera significativa puesto que en el año 2000 representaron el 23.7% del PIB y para 2018 era equivalente a 26.8% del PIB.
“El crecimiento de los ingresos llega a su punto más alto en 2008 cuando llega a representar el 30.5% del PIB; al año siguiente se produce una caída producto de la crisis económica internacional pero en los dos siguientes años vuelve a crecer, llegando al 30.2% del PIB en 2011. A partir de entonces se inicia un proceso de caída colocándose en 2018 en 26.8% del PIB”, expuso.
Manifestó que cuando se comparan los ingresos con los gastos se advierte la existencia permanente de déficits fiscales en la región entre 2000 y 2018, déficit que han tendido a ampliarse en los últimos cinco años. “Esta situación se explica por la reducción de los ingresos en los últimos años (asociada a la atenuación del crecimiento económico y a la caída de los ingresos provenientes de las materias primas), sin la correspondiente reducción del gasto”, agregó el dirigente del PLD.
Citando un trabajo del Banco Mundial, Montás dijo 15 países requieren ajuste fiscales superiores al 2% del PIB (Venezuela, Trinidad y Tobago, Brasil, Surinam, Argentina, Bahamas, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Dominica, Guyana, Chile, Santa Lucia, Barbados y San Vicente y las Granadinas), mientras que otros 12 requieren ajustes fiscales inferiores al 2% del PIB (Perú, Antigua Y Barbuda, El Salvador, Haití, Uruguay, Guatemala, Colombia, Jamaica, México, Nicaragua y Paraguay).
En tanto que otra publicación del BID estimaba que el ajuste en 2.2% del PIB era necesario para la región en su conjunto pero diez países no requerían ningún ajuste, mientras que 15 requerían ajustes fiscales, incluidos nueve cercanos a o superiores al 4% del PIB para estabilizar los ratios de la deuda.
“Brasil, que tiene una deuda que supera el 80% del PIB requiere un ajuste considerable de más del 5% del PIB para estabilizar su deuda. Argentina también requiere un ajuste considerable y Chile y Perú, que tienen bajos niveles de deuda, apuntan a que necesitan ciertos niveles de ajustes. Bolivia y Ecuador también requieren ajustes fiscales importantes. Aunque moderado, Colombia y Uruguay también requieren”, apuntó el exministro de Economía.
Concluyó que países como Paraguay, República Dominicana, Guatemala, Honduras, Jamaica, Panamá, Honduras, México requieren ajuste fiscal cero o menos de cero, mientras que Costa Rica demanda un importante ajuste fiscal superior al 4% del PIB.