SANTO DOMINGO, 19 de noviembre 2019.- Representantes de los organismos internacionales que forman parte de la Mesa de Donantes que preside el Banco Mundial sostuvieron un intercambio sobre la necesidad de hacer frente a la contaminación marina a través de políticas de control del uso del plástico en República Dominicana.
Nashla Bogaert, productora del documental “Isla de Plástico” y Ginny Heinsen, directora ejecutiva de la organización Sostenibilidad 3Rs: Reducir, Reutilizar, Reciclar, respectivamente, presentaron el contenido del documental y planes de acción para generar cambios de hábito de consumo y políticas para una gestión eficaz de los plásticos, los desechos sólidos y las aguas residuales.
Por su parte Alessandro Legrottaglie, representante del Banco Mundial y quien preside la Mesa de Donantes en el país, expresó que para los socios de desarrollo es muy relevante seguir apoyando los esfuerzos del país para revertir la contaminación marina y hacer la transición hacia una “economía azul” más sostenible que pueda generar crecimiento y resiliencia, preservando al mismo tiempo los recursos marinos. “Desde el Banco Mundial estamos listos para apoyar la economía azul en el Caribe y este tema es uno de los pilares de nuestro apoyo al país en los próximos años con un enfoque en la sostenibilidad ambiental y el manejo de los recursos naturales”.
De acuerdo al informe del Banco Mundial, La contaminación marina en el Caribe: ni un minuto que perder, cada año más de 320 mil toneladas de plástico se quedan sin recolectar en el Caribe, y 100 mil sólo en República Dominicana.
Hasta la fecha, 14 países del Caribe han prohibido el uso de bolsas de plástico descartables y/o de poliestireno, y muchos se han unido al movimiento mundial que insta a realizar campañas públicas de sensibilización y sancionar nuevas leyes.
El Banco Mundial recordó que se hace urgente adoptar medidas para recuperar ecosistemas dañados y proteger los recursos marinos del Caribe, una fuente clave de alimentos, medios de subsistencia y empleo para millones de personas que dependen del turismo, los recursos pesqueros y la economía marina. A nivel local el Banco Mundial puntualizó la necesidad de avanzar el marco legal para que la República Dominicana pueda invertir en su economía azul, tal como aprobar la ley general del agua, del agua potable, y de los desechos sólidos. Dichos avances prepararán al país al igual que sus vecinos caribeños, para crear un legado azul próspero para las futuras generaciones.
El encuentro contó con la presencia de representantes de la Unión Europea, la USAID, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Agencia de Cooperación Española, la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), la Cooperación Técnica Alemana (GIZ), la Agencia de Desarrollo de Francia, entre otros.