Juan Temístocles Montás, presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), alertó que en América Latina hay un clima de inestabilidad que amenaza la vigencia del sistema democrático, proponiendo como lecciones políticas lo que está sucediendo en Bolivia y Chile.
“No resulta fácil interpretar lo que sucede, pero hay claridad en cuanto al hecho de que no se trata de la clásica sedición militar a la que estábamos acostumbrados en el pasado, sino a un descontento cada vez más generalizado de la población con el funcionamiento de la democracia.”, plantea el dirigente político en un artículo que cita la Secretaría de Comunicaciones del PLD.
En el escrito “Bolivia y Chile: Dos lecciones políticas” Temístocles Montás arriba a sendas conclusiones que deben tomar en cuenta quienes ostentan o aspiran a ejercer el poder.
En primer lugar dijo que la situación boliviana se puede extraer como experiencia que “si no quieres terminal mal, no te extiendas demasiado en ele ejercicio del poder”. Mientras que para el caso chileno concluye que “si como Presidente lograste salir bien de un Gobierno, luego no intentes volver.”.
“Los acontecimientos que se han producido recientemente en Bolivia y Chile ponen de manifiesto que en América Latina se ha instalado un clima de inestabilidad que amenaza la vigencia del sistema democrático”, es el planteamiento con que Temístocles Montás inicia el artículo que cita el órgano de difusión del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana.
Especificó que el presidente boliviano Evo Morales fracasó al procurar un cuarto mandato consecutivo luego de habérselas ingeniando para gobernar por tres períodos y motorizar dos reformas constitucionales.
Montás recordó que el presidente Morales tras perder una consulta popular para el cuarto mandato logró que la autoridad judicial de su país lo habilitara argumentando que la reelección es un derecho humano. “Evo participó en las recientes elecciones y las consecuencias ya son de todo conocidas”, dice Temístocles Montás aludiendo al exilio del mandatario boliviano en México mientras en su país hay instalado un gobierno de transición.
Agrega que si algo enseña la sociedad boliviana es que pretender forzar la extensión de los ejercicios gubernamentales produce daños colaterales a la democracia.
Sobre el caso chileno, Juan Temísctocles Montás inicia analizando que entre 1990 y 2014 su sistema político y gobiernos recibían más del 50% de aprobación ciudadana; sugiriendo que ello se debió a la alternabilidad sucesiva de los presidentes Alwin, Frei Ruiz-Tagle, Lagos, Bachelet y Piñera.
“Desde 2011, siendo presidente Piñera, se inició un proceso de erosión del Gobierno, cuya aprobación cae por debajo del 50%, situación que se ha mantenido hasta el día de hoy”, sostiene el dirigente político en el artículo publicado en el periódico Hoy y en Vanguardia del Pueblo en su formato digital.
Temístocles continuó analizando que que con la reelección de Michelle Bachelet en 2014 la desaprobación ciudadana al gobierno siguió en baja hasta el 33% en 2017; para a seguidas expresar que en a penas en año y siete meses el nuevo gobierno de Piñera ha tenido que enfrentar la más grave convulsión social que Chile ha tenido en los últimos 30 años.