Santo Domingo, RD. -El director de la Escuela de Letras de la UASD, doctor Gerardo Roa Ogando, afirmó que la violencia de género es resultado de la ausencia de compromiso social entre todos los aparatos ideológicos y represivos de los países tercermundistas.
Sostuvo que si los aparatos informativos, (radio, prensa, televisión, cine, industria musical y redes sociales…) junto a los aparatos educativos (familia, escuela, universidades, clubes, gremios e iglesias) elaboraran un discurso educativo dirigido a todos los sectores de la vida social y regido por alguna institución descentralizada y con poder jurídico del Estado, el brutal asesinato de la mujer por su pareja sentimental sería menor.
Destacó el importante rol que desempaña la UASD frente a esta problemática, a través de su Instituto de Género, pero reconoce que sin el apoyo total del Estado y del empresariado dominicano, será difícil erradicar ese flagelo.
Advirtió que sin un discurso educativo y condenatorio que involucre a los diferentes aparatos del Estado, el flagelo de la violencia seguirá su curso. Se trata de una responsabilidad del Estado que debe ejercer a través de las escuelas, universidades, familias, iglesias y medios masivos de comunicación, incluyendo las redes sociales.
“El problema no está en la forma gramatical expresada, sino en la ausencia de un sincero discurso educativo y represivo que oriente, vigile, castigue y reeduque", sostuvo.
Sin embargo, añadió que sin un régimen de consecuencias especializado ningún discurso educativo será suficiente.
"Nuestras investigaciones Interdisciplinarias en este campo, indican que en la República Dominicana no existen tribunales especializados en violencia de género, mucho menos en feminicidio. Cuando una mujer se querella, quienes reciben la denuncia son hombres y mujeres que a veces no tienen la capacidad psicológica, jurídica ni discursiva para atender el caso con el nivel de especialización que amerita”, afirmó.
Por eso, plantea, la víctima queda al desamparo de todos, mientras poco a poco se rinde ante un proceso tortuoso e indiferente por lo que al final se ve expuesta a desistir, cosechando como consecuencia, la muerte.
Las declaraciones del lingüista y filósofo de la Facultad de Humanidades de la UASD tuvieron lugar en el contexto de la conmemoración de los 59 años del ajusticiamiento de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa) el 25 de noviembre de 1960 por la policía secreta del dictador Rafael Leónidas Trujillo.
El académico Roa Ogando dirige la investigación doctoral del catedrático santiagués Edwin Paniagua, que versa sobre "el discurso de desestimiento de la mujer víctima de violencia doméstica".
Edwin Paniagua
Para el lingüista e investigador del tema, Edwin Paniagua, "hay otros aspectos judiciales que son de consideración. Por ejemplo: la revictimización de la mujer que debe repetir los detalles de su agresión, en varias fases del proceso, la lentitud y los reenvíos del proceso, la inexplicable categorización de la la mujer como víctima y testigo a cargo del proceso, lo cual implica que si ella deja de asistir, la sentencia condenatoria peligra porque, aunque la Fiscalía continúe el caso, es difícil que un juez condene a un acusado sin víctima y sin testigos”.
Por otra parte, dijo que a la mujer no se le explica con claridad todo lo que implica el proceso que está iniciando ni se le da el seguimiento debido ni el Estado tiene políticas socioeconómicas de apoyo.
Planteó que en general, la violencia de género es fruto de una asimetría en el ejercicio del poder familiar y social, en el cual tiene preeminencia el hombre. “Esta desigualdad se expresa en muchos ámbitos, pero con mucha sutileza, se construye, principalmente, en la familia y la escuela", manifestó.