Como la gente está cansada de promesas incumplidas los partidos políticos están perdiendo su expresión de esperanza, abriendo pasos y protagonismos a instituciones de la sociedad organizada.
Si los partidos políticos no se renuevan el ladrillo de la historia le pasará por encima. Y ello ya comenzó en muchas latitudes del mundo.
La ciudadanización de la política ha transformado los viejos esquemas partidarios en los que la sociedad juega un rol determinante.
La militancia progresivamente ha sido reemplazada por novedosas innovaciones tecnológicas empleadas en las redes sociales para recrear ambientes, sonidos y escenarios en las que conjugamos la realidad concreta con la virtual.
Los escenarios de la política tradicional mundial han cambiado y hoy la creatividad, inteligencia y una buena imagen son factores determinantes para el éxito de cualquier aspirante presidencial.
Los jóvenes convocados a través de las redes sociales tienen la capacidad para derrocar gobiernos sin la necesidad de utilizar un tanquero.
Desde una plataforma digital la convocatoria está siendo mucho más efectiva que seguir apelando a esos extensos discursos cargados de mentiras y demagogia.
¿Qué podrá suceder en el futuro inmediato en el arte de hacer política? ¿Cómo lograr que el discurso alcance acercamiento real con la vida del ciudadano?
En República Dominicana de caras a las elecciones presidenciales del 20 de mayo del 2020, quien tenga la habilidad de expresar y conectar con los sentimientos de los votantes tendrá mayores ventajas sobre sus adversarios, y por supuesto, de salir victorioso.
No es simple percepción sino más bien de la confraternización del hilo conductor del discurso con la práctica social inspirada en sentimientos, compromisos, coherencia y la responsabilidad ciudadana de construir una mejor nación.
Las Mujeres
El partidismo y la militancia por sí solas ya no son garantías para alcanzar el éxito electoral porque ahora hay que contar decididamente con el respaldo de la sociedad civil, sus líderes e instituciones de base.
Ante el descontento de las masas populares hacia los partidos tradicionales del sistema electoral dominicano es evidente que el líder político que logre sintonizar con las asociaciones campesinas, amas de casas, sindicatos, gremios profesionales e instituciones no partidaristas saldrá ganancioso.
Durante la conmemoración del Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, el 25 de noviembre recién transcurrido, el candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno y fuerzas aliadas, Luis Abinader, esbozó concretamente lo que haría para detener los asesinatos, vejaciones y maltratos hacia las mujeres dominicanas, convirtiéndose en una hemorragia de sangre que avergüenza a toda la sociedad.
“Quién ignora”, preguntó, “que en este país la pobreza tiene rostro femenino, que las mujeres tienen menos oportunidades de encontrar trabajo, presentan mayores tasas de desocupación, y que desempeñando trabajos iguales, las mujeres ganan menos”.
Propuesta contra los feminicidios
Ante la ola de asesinatos contra mujeres en el país, Abinader propuso al gobierno implementar de urgencia las siguientes diez medidas:
- 1. Conectar el sistema 911 con un servicio de línea directa especializado de atención inmediata en auxilio de las víctimas de violencia de género.
- 2. Reformular la ley 24- 97 del 28 de enero de 1997 sobre Violencia Intrafamiliar, creando un Ministerio Público especializado y dotado de recursos económicos, tecnología y capacitación en este tipo de delito. Donde la atención de las denuncias de agresión contra las mujeres estará únicamente a cargo de este sistema especializado que funcionará 24 horas, quedando excluida la Policía Nacional de recibir denuncias de violencia de género. Un proyecto de Ley al respecto será presentado al congreso por nuestros legisladores.
- 3. Eliminar la firma de acuerdos con agresores patrocinados actualmente por el Ministerio Público, que han sido fuente de corrupción y encubrimiento.
- 4. Aplicar un sistema de monitoreo y control electrónico a los agresores bajo órdenes de alejamiento.
- 5. Crear las casas de acogida donde la mujer se sienta protegida. Con atención médica; psicológica y también con servicios de guardería para que las madres no tengan que abandonar a sus hijos mientras cuidan de sus vidas.
- 6. Implementar centros con personal especializado en educación y vigilancia para hombres con conductas violentas, que deberán ser monitoreados desde el mismo instante en que una mujer presente su denuncia.
- 7. Desarrollar una política para la difusión de las agresiones contra las víctimas de la violencia de género, evitando el sensacionalismo, la distorsión y las exacerbaciones machistas que se producen en contra de la mujer.
- 8. Establecer la resolución pacífica de conflictos como eje curricular transversal en la educación preuniversitaria.
- 9. Crear un amplio sistema de protección estatal donde se destinen los recursos necesarios para la recuperación de las víctimas de violencia machista y las familias afectadas por estos delitos, con mayor énfasis en las mujeres pobres.
- 10. Dedicar fondos especializados del presupuesto como base de apoyo económico a las mujeres que hayan tenido que abandonar sus hogares por el peligro que corren sus vidas.
En realidad, son medidas que pueden contribuir a disminuir las escandalosas cifras de mujeres asesinadas, maltratadas y vejadas por sus parejas.
La sociedad dominicana no puede seguir contemplando esos absurdos episodios sin que se busquen alternativas concretas para superarlos.
Desde el gobierno es urgente una redefinición de políticas para frenar los feminicidios en el país y el propio candidato presidencial oficialista Gonzalo Castillo prometió mayor seguridad e igualdad hacia las mujeres.
Pero no se trata de simplemente ofrecer protección a las mujeres sino más bien de crear una cultura de paz entre la población, que comienza precisamente por la propia actitud y comportamiento del liderazgo político.
Por eso, la iniciativa del candidato presidencial del PRM y fuerzas aliadas, licenciado Luis Abinader, de vincular la tolerancia y ´pacificación ciudadana en los diseños curriculares es oportuna y necesaria.
Artículo de Manuel Díaz Aponte