SANTO DOMINGO -La Academia de Ciencias de la República Dominicana (ACRD) dijo que las áreas protegidas son territorios que resguardan muestras representativas de los ecosistemas y las especies con características singulares y particulares de un país, las cuales, prestan servicios fundamentales a favor de los ciudadanos, razón por la que, deben ser debidamente cuidadas, para que mantengan su integridad a través del tiempo.
Expresa que una de esas áreas por excelencia es el Monumento Natural Dunas de las Calderas en la provincia Peravia, espacio de conservación singular y particular constituido por enormes promontorios de arenas, semejando en miniatura unos de los grandes desiertos de otras latitudes.
“Este ecosistema, único en las islas del Caribe, en forma recurrente ha sido sometido a degradación por apropiación de particulares para uso de sus terrenos en construcciones o extracción de arena” explica.
Añade que estas actuaciones se han realizado delante de los responsables de la vigilancia y la conservación de la Dunas de las Calderas sin que estos hayan hecho nada por impedirlo. Por si fuera poco, ante la mirada de los responsables del área protegida se cortan árboles, se degrada el espacio dunar y el Ministro de Medio Ambiente no actuado en absoluto. Solo cuando un alto cargo de la jerarquía eclesiástica lo denuncia es que el Ministro se persona en el lugar, buscando excusas para el abandono con el que ha condenado al área protegida.
La Academia de Ciencias y su Comisión de Ciencias Naturales y Medio Ambiente demandan de las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales su efectiva y pronta intervención, aplicando las leyes sobre la materia para resguardar la integridad ambiental de este complejo ecosistema.
Igualmente, alertan a la opinión pública sobre la actitud inaceptable que la actual administración ambiental de la República tiene con las áreas protegidas de la Nación. El Monumento Natural Dunas de Bani es solo un ejemplo de abandono, que se repite en el Refugio de Vida Silvestre Bahía Luperón, en el Parque Nacional Valle Nuevo y otras muchas áreas protegidas, hoy a merced de desarrolladores y delincuentes que las ocupan, las esquilman y las degradan ante la pasividad de la administración ambiental del país.
Se recuerda que, las dunas son vitales para contrarrestar los vientos normales o producto de fenómenos como los huracanes, para evitar y reducir sus efectos negativos en poblaciones, la agricultura y la infraestructura. Además, constituyen paisajes de gran belleza escénica para actividades turísticas, científicas, de educación ambiental y recreativa.
De igual modo, los ecosistemas asociados, como los manglares en la costa, sirven de refugio y medio de reproducción a numerosas especies de peces que luego son aprovechadas por los pescadores en su faena productiva.
Por tanto, se exige la actuación urgente de las autoridades y el empoderamiento de la población para exigir al Ministro de Medio Ambiente que modifique su actitud y aplique las leyes para que de una vez por todas se frene el deterioro, la depredación de las Dunas de Las Calderas y de todas las áreas protegidas de la República Dominicana, dado que estas son el patrimonio natural de todos los dominicanos y no fincas privadas de cultivo, solares para edificar o terrenos para construir instalaciones industriales.