Todos debemos cuidar el voto de los ciudadanos dominicanos en las elecciones venideras.
Después de las lamentables muertes de turistas estadounidenses en centros hoteleros del país y su impacto negativo en las reservaciones de visitantes extranjeros, lo que menos deberíamos tener es otro evento negativo que perjudique nuestra mayor fuente de divisas.
De ahí, que todos los sectores nacionales deben aunar esfuerzos para que las venideras elecciones municipales y mas luego las congresuales y presidenciales transcurran en total transparencia y tranquilidad.
No tan solo la Junta Central Electoral tiene la responsabilidad de trabajar para el éxito de esos eventos cívicos sino que las demás instituciones políticas, empresariales, comunitarias, sindicales y asociaciones profesionales deben integrarse para la obtención de dicha meta.
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¡A cuidar el voto y la voluntad popular! debe ser la principal consigna que predomine en cada uno de los integrantes de la sociedad dominicana.
No podemos retroceder en los esfuerzos de fortalecer nuestro sistema electoral y mucho menos de seguir siempre vigilante para que la voluntad popular sea respetada, que aquellos que sustentan actualmente el poder del Estado respeten las normas democráticas y el estado de derecho.
Nuevamente el fantasma del fraude electoral aflora entre los dominicanos porque persisten prácticas que podrían atentar contra el orden democrático.
El presidente Danilo Medina que está finalizando su segundo mandato presidencial es el primero que debe garantizar que haya
Fantasma del Fraude
El clamor de la ciudadanía es que la Junta Central Electoral garantice unas elecciones transparentes y diáfanas para evitar una tragedia en el país.
Parecería una aspiración innecesaria en las normativas de las sociedades democráticas, no obstante, en la República Dominicana siempre es una prioridad demandar de las autoridades la transparencia y el juego limpio en los procesos electorales.
Estamos inmersos en la ruta electoral que permitirá la elección de las nuevas autoridades municipales en febrero del año venidero y en mayo el certamen para escoger al presidente y vicepresidente así como a los diputados y senadores.
La experiencia reciente en Bolivia es muy elocuente lo que puede ocurrir cuando desde el poder se intenta escamotear la voluntad popular.
Latinoamérica es recurrente en la alteración de las normas democráticas y ello ha retrasado sensiblemente su fortalecimiento institucional y el estado de derecho.
La mayoría de los mandatarios buscan mantenerse gobernando más allá del periodo para lo cual fueron electo generando a partir de ahí desestabilización y fragmentación de las estructuras económicas y sociales.
Por eso, toma validez la preocupación externada por más de un centenar de entidades de la sociedad civil que exigen a la Junta Central Electoral la aplicación de un sistema electoral transparente que garantice la confiabilidad en el sufragio y la diafanidad.
El “manifiesto ciudadano por un sistema electoral transparente” advierte a las autoridades de la JCE y a la sociedad dominicana sobre la amenaza que acecha el sistema democrático por las violaciones constantes que se presentan en el accionar político.
Voluntad del Voto
“Estamos a la puerta de las elecciones municipales y posterior a unas presidenciales y por tanto es evidente que hay que corregir debilidades de la Ley Electoral y de Partidos, fue suficiente lo que pasó en las primarias del seis de octubre. Por eso consideramos que la JCE debe ceñirse a la ley en cuanto al uso de los recursos del Estado y la publicidad”, expone el texto de nueve puntos de las organizaciones sociales.
Al precisar que la democracia es la obra de todos plantea que “el derecho ciudadano a elegir y a alternar sus autoridades a través del voto libre, personal, directo y secreto en un Estado social y de derecho democrático es el principal mecanismo de legitimación popular de los gobernantes”.
Los jueces de la Junta Central Electoral y todos sus funcionarios de los diferentes niveles tienen la histórica responsabilidad de garantizar unos comicios libres y lejos de dudas.
Hay que actuar con firmeza desde ya en la defensa de la expresión popular para evitar el escamoteo del voto.
Los dominicanos merecemos transitar por los senderos de paz, progreso y bienestar.
Por consiguiente, están en juego muchos intereses pero los más importantes son la transparencia y el respeto a la decisión que soberanamente adopte el pueblo dominicano.
Articulo de Manuel Díaz Aponte