La Cámara de Diputados gestionará ante la ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), de que el ritmo musical que la bachata sea declarado como Patrimonio intangible de la humanidad.
Así lo sostuvo este miércoles el presidente del hemiciclo legislativo, Radhamés Camacho, quien saludó la iniciativa del embajador dominicano ante la Unesco, José Antonio Rodríguez, luego de que la diputada Karen Ricardo introdujera una resolución en ese sentido.
Camacho expuso que en el año 2015, la Cámara Baja aprobó una resolución declarando la bachata como Patrimonio Cultural de la República Dominicana, de la congresista Ricardo, la cual sirvió de motivación para el embajador solicitar a la Unesco, aprobar y declarar la bachata como patrimonio intangible de la unidad.
“El ritmo de la bachata es una de las expresiones de la identidad cultural dominicano más auténtico de mayor presencia humana y social del pueblo dominicano”, señaló el titular del organismo congresional en un mensaje en el hemiciclo.
Dijo que este emprendimiento es una suma a la anterior declaratoria de la Unesco que declaró la Ciudad Colonial de Santo Domingo Patrimonio cultura de la Humanidad.
Subrayó que la Ciudad Colonial como el ritmo de la bachata han contribuido notablemente en una deslumbrante marca país, que han contribuido con el desarrollo del turismo, uno de los ejes fundamentales de la economía nacional.
“En nombre de la Cámara de Diputados de la República Dominicana saludamos que los valores más auténticos de la identidad cultural dominicana estén formando parte de la agenda internacional de países amigos en el mundo, que según reportes, la bachata con su música, ritmo y sentimientos sociales de amor y desamor se están robando los corazones de las gentes en todos los continentes”, precisó.
Anotó que la bachata es un género musical autóctono fruto de la idiosincrasia del pueblo dominicano, que recoge sus vivencias, sentimiento y su cotidianidad.
Resaltó la destacada labo0r del fundador del ritmo popular, José Manuel Calderón quien la grabó en el 1962 y abrió las puertas al mundo a figuras de la talla de Juan Luís Guerra, el fenómeno musical de alcance global Romeo Santos, entre otros exponentes.