Dos cosas son del maestro
La lucha y la formación,
Y adonde vaya su ejemplo
Allá irá la educación.
Esta es una estrofa del himno de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), y que bien pudiera ponerse en práctica en todos los recintos escolares donde prestan servicio los miles y miles de profesores diseminados a todo lo largo y ancho de la geografía nacional.
Lucha no solo debe ser participar en protestas por reclamo de mejores conquistas salariales y en busca de privilegios de grupo alguno. El término de lucha debería aplicarse entre los responsables de impartir educación, de ser más íntegros y asumir un rol que aporte a la sociedad, nunca que vaya en contra de los mejores intereses de las mayorías necesitadas.
Recién se conocen los resultados de Pisa, nada favorables para el país, pues nos coloca en el último lugar de 79 países en las áreas de matemáticas y ciencias. Cuando aún se producen reacciones negativas al respecto, la ADP lanza su propuesta a la población de cierre de docencia por el período navideño, efectivo a partir de este viernes 13 y hasta después del Día de Reyes.
El gremio yerra con esa propuesta, fuera de toda lógica, que únicamente persigue contrariar las directrices del Minerd como institución encargada de regular el sistema de educación básica y media en República Dominicana, y con potestad de decidir sobre calendarios escolares.
Esa sugerencia de algunas seccionales de la ADP encontró el rechazo de importantes sectores nacionales, incluido por supuesto el Minerd, que mantienen el criterio de que el gremio magisterial no puede alterar el calendario escolar así por así. Aunque haya escolares que quisieran iniciar vacaciones antes de tiempo.
Y como era de esperar, el Consejo Nacional de Educación condenó mediante resolución esas pretensiones de la ADP. Padres, madres y tutores de los estudiantes deben asumir la responsabilidad de enviar a clases a sus muchachos, pues con ello hacen un bien a la patria y echan por suelo un llamado que no tiene un céntimo de razón ni de legalidad.
Lo importante en todo esto es aprovechar el tiempo, y más cuando colocan a nuestros estudiantes en posiciones muy cuestionables en mediciones que gozan de gran credibilidad a nivel internacional.