Al conmemorarse el pasado domingo 15 de diciembre, el 46 aniversario de la fundación del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), decidí dar un paseo por la trayectoria del humanista, cuentista, ensayista, novelista, narrador, historiador, educador, político, fundador y líder histórico de esa organización política, el profesor Juan Bosch, para rendir un tributo solemne a su memora y su legado heredado al pueblo dominicano, donde vino al mundo a dedicar sus mejores talentos y mayores esfuerzos.
Juan Bosch, fue un hombre ilustrado, correcto y con características especiales de sabio pensador que presagió el futuro con anticipada visión de su propio tiempo, y en base a esos principios, el 15 de diciembre, del año 1973, fundó al partido morado de la estrella amarilla, para orientar a los peledeístas acerca de conocer e interpretar cabalmente la historia y fundamentos de la sociedad dominicana, con estudios de nuestras particularidades económicas y sociales como nación del tercer mundo.
Bosch, es el creador de la única interpretación integral de la sociedad dominicana, que a través de su obra puede ser visionada desde distintas perspectivas que van desde lo histórico, académico, a lo económico y social; su visión científica de la sociedad y del mundo contemporáneo, particularmente de América Latina y del Caribe, dentro de un análisis dialéctico del proceso histórico de desarrollo de la humanidad, constituye la plataforma que sustenta el andamiaje ideológico y político del PLD, organización que adoptó como teoría el Boschismo.
Definido como el conjunto general y particular de principios, interpretaciones de acontecimientos históricos, métodos y lineamientos organizativos, enunciados, analizados y creados por el líder fundador de PLD, el Boschismo, sustenta la permanencia y desarrollo del partido, para que pueda cumplir con su tarea fundamental: completar la obra patriótica de los fundadores de la nacionalidad.
Juan Bosch, se preocupó por establecer una explicación correcta de los hechos y sus causas, y enseñó a sus compañeros, educándolos contra el grupismo, oscurantismo, caudillismo, dogmatismo, populismo, oportunismo, improvisación y otros vicios, en procura de lograr un instrumento justo y digno del favor del pueblo.
Ahí está su Constitución, y su programa de gobierno del año 1963, donde privilegió a la salud de la población, las libertades públicas, el desarrollo agropecuario, la educación de calidad con énfasis en la enseñanza técnico profesional, el arte y la cultura, y donde se consagra el trabajo, la educación y el bienestar social de las personas como Derechos.
Su obra, es fundamentalmente sociológica; desde su primera producción: “La Mañosa”, en la cual, relata y caracteriza, en forma fiel, la problemática del campesino dominicano, su forma de enfocar la vida, y su triste papel en una sociedad atrasada, interpretando nuestra idiosincrasia y los problemas sociales de una nación que concentraba en el campo a la mayor proporción de sus habitantes.
Luego, en: “Composición Social Dominicana”, hace la primera interpretación de la historia nacional, a la luz de las luchas entre sus clases y capas, desde la llegada de los españoles en el siglo XV, hasta la muerte de Trujillo. Esta obra, no solo sirvió de base para la formación de los peledeístas, sino que se convirtió en objeto de estudios y consultas de profesionales y estudiantes universitarios.
Es la primera obra de sus características en nuestro país, que explica cómo se estructura la sociedad dominicana a partir de unos esquemas diferentes al de la sociedad occidental en el momento del descubrimiento, y cómo fue definiéndose hasta llegar a lo que es hoy.
Las ideas políticas de Juan Bosch, se encuentran igualmente, en obras como: “Breve Historia de la Oligarquía”, una reseña de las oligarquías desde la griega, pasando por las americanas, hasta la desaparición de las viejas y el renacer de las nuevas en un mundo moderno.
Juan Bosch, sostuvo la tesis de que, en la República Dominicana, y otros países de América Latina, no hubo feudalismo como en Europa, y mucho menos estaba presente en nuestras relaciones de producción en 1971, el año en que escribió sobre este tema, contrarrestando a historiadores que sí sostenían que en nuestro país se daban relaciones de producción basadas en la propiedad de la tierra y de la gente atada a ese bien, pero que sin embargo, no podían demostrarlo.
“De Cristóbal Colón, a Fidel Castro: El Caribe Frontera Imperial”, es la más completa historia de los pueblos del Caribe, de cómo se formaron, los autores, las múltiples intervenciones sufridas, y la razón de las condiciones económicas y sociales de cada uno.
“Clases Sociales en la República Dominicana”, es un estudio más detallado de las clases y capas sociales, llegando a una de sus tesis más sustentadas, y que le ha permitido a muchos, interpretar los hechos sociales y políticos. Este análisis sustenta y demuestra que la población dominicana es mayoritariamente pequeño burguesa, compuesta de cinco capas: alta, mediana, baja, baja pobre y baja muy pobre.
“La pequeña burguesía en la historia de la República Dominicana”, describe los primeros 16 años de la vida republicana, desde el 1844, hasta el 1860, y analiza, fundamentalmente, las luchas de los hateros, representados por Pedro Santana, y las diferentes capas de la pequeña burguesía, con su jefe político, Buenaventura Báez. Ahí se registra que las capas sociales altas coparon en los primeros años del ascenso de Báez, los puestos más relevantes del Estado.
Otras obras que contienen fundamentos de las tesis que sustentan a la teoría Boschista, son: La Guerra de Restauración; Dictadura con Respaldo Popular; El Estado; Orígenes y Desarrollo; El Partido; Concepción, Organización y Desarrollo, lecturas obligatorias para todos los peledeístas y aquellos dominicanos que deseen conocer su sociedad, las causas del subdesarrollo y las formas que él concibe para lograr un país libre e independiente.
Los innumerables aportes dejados por Juan Bosch, en el campo de la cultura general, las ciencias sociales, las tesis sociales y políticas, que planteó para la trasformación de la sociedad, no sólo justificaron la adopción del Boschismo, sino que dan plena vigencia a sus contenidos como guía para hacer en cada momento lo que más convenga al país, dando pleno sentido al lema: “Servir al partido, para servir al Pueblo”.
El autor es dirigente del PLD.