Estamos en la antesala de un nuevo año, el 2020, que presenta grandes expectativas para todos los dominicanos. Y ese año que se inicia el próximo miércoles, genera mayores inquietudes debido a que es un tiempo donde se realizarán dos procesos electorales, uno en febrero y otro en mayo, los cuales van a definir cómo se preservan, se consolidan o se degradan los grandes logros alcanzados en los últimos dos períodos de gobierno del presidente Danilo Medina.
Un año nuevo siempre trae grandes expectativas, genera temores, incertidumbres y muchos sueños por alcanzar. Pero lo más importante ante la llegada de un nuevo año, es seguir confiando en Jesús como Señor y Salvador de nuestras vidas, no dejar de colocarlo como el centro de todos nuestros proyectos, nuestros anhelos, nuestros sueños. Entregarle a Él todas nuestras dudas, nuestros temores, nuestros miedos, las grandes y pesadas cargas que no podemos llevar. Jesús es y será siempre la mejor solución a todos nuestros problemas y por eso, en este año y durante toda nuestra vida, Él debe ser guía, soporte y estímulo de lo que pensemos, busquemos y construyamos.
Y partiendo de esa reflexión sobre mantener a Jesús como el centro de nuestras vidas, procedo a enumerar algunos de los deseos que quisiera se hagan realidad en este nuevo año 2020. Lo primero que deseo es que, durante todo el nuevo año, nuestra nación continúe transitando el sendero de la paz y del amor, que se mantenga la estabilidad política y el crecimiento económico que hemos tenido hasta el día de hoy, y que el país no vaya a caer en las situaciones de inestabilidad que viven varias naciones del continente.
Deseo que en el 2020 la lucha para enfrentar los niveles de pobreza y marginalidad de muchos sectores, se multiplique y se haga más amplio en toda la nación. Que sigamos haciendo más transparente la vida ciudadana y el gobierno, que se enfrente con firmeza la corrupción pública y privada, se fortalezca la seguridad ciudadana, se multipliquen las oportunidades de empleo para los jóvenes y se amplien los programas educativos y de salud para nuestra población.
En el aspecto político, deseo que el PLD gane las elecciones municipales de febrero, las elecciones congresionales y presidenciales de mayo, y que Gonzalo Castillo se convierta en el próximo presidente de la República. Deseo también que Danilo Medina al salir del gobierno en agosto, sea elegido presidente del PLD y se convierta en el lider-protector del gobierno de Gonzalo Castillo y del pueblo dominicano en sentido general.
En el plano personal, deseo que mi familia permanezca unida, solidaria, amorosa. Que mis cinco nietos, Ianna, Juanfer, Isabella, Oscar y Pablo, sigan creciendo saludables y con el cuidado y protección de Dios por siempre. Deseo que mi matrimonio con Zinayda sea cada vez más sano y más feliz, y que las conferencias que estamos impartiendo para ayudar a otros matrimonios, se multipliquen y toquen los corazones de muchas parejas en crisis.
También deseo que mi congregación, la Iglesia Cristiana Palabras de Vida (ICPV), incrementen su membresía y su influencia en la sociedad dominicana, que mis pastores Raffy Paz y María isabel Palacio, sigan protegidos y bendecidos por Dios, y sus mensajes lleguen a muchos sectores de la sociedad y transformen a muchas personas que tanto necesitan la presencia de Dios en sus corazones.
Mi deseo final es que Dios siga cuidando, preservando, prosperando y bendiciendo a la República Dominicana por lo siglos de lo siglos. Amen.
Euri Cabral
Economista y Comunicador
[email protected]