La guerra entre Irán y Estados Unidos ha estallado. El escenario es en Irak, donde se esperan batallas desgarradoras con la muerte del general iraní Qassem Soleimani, producto de un ataque de las fuerzas norteamericanas, cuando éste se dirigía al aeropuerto de Bagdad.
Conciente de la inminencia de la guerra entre Irán y Estados, la embajada de Estados Unidos en Bagdad ha instruido a los ciudadanos estadounidenses a que abandonen Irak de inmediato “debido al aumento de las tensiones en la región”.
Rusia ha dicho que tras el asesinato del general Soleimani, el mundo se enfrenta a una nueva realidad.
"Ciertamente hoy nos hemos enfrentado a la muestra de una nueva realidad, es decir la eliminación de un representante del Gobierno de un Estado soberano, un funcionario público, sin una correlación de estas acciones con alguna base jurídica", afirmó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, citada por la agencia rusa RT.
A la situación se ha referido el jefe del Gobierno de transición iraquí, Adel Abdul Mahdi, quien tras condenar el ataque con misiles de EE.UU. que puso fin a la vida Qassem Soleimani, dijo que el hecho provocará una guerra devastadora en Irak, la región y el mundo"
Soleimani era un influyente militar, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní. Durante el ataque murieron, además, Abu Mahdi al Muhandis, el jefe de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) y comandante de la milicia Kataib Hezbolá (KH); y al menos otras 10 personas.
El Pentágono ha confirmado la muerte de Qassem Soleimani "bajo la dirección" de Donald Trump: "Bajo la dirección del presidente, el Ejército de EE.UU. ha tomado medidas defensivas decisivas para proteger al personal de EE.UU. en el extranjero matando a Qassem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, designada por EE.UU. como una organización terrorista extranjera", reza un comunicado del Departamento de Defensa estadounidense.
El martes por la mañana un grupo de seguidores de la milicia chií en Irak, fieles a Irán, echó abajo una puerta de entrada de la embajada en Bagdad y entraron por la fuerza. El gobierno de Estados Unidos culpó a Irán de estas acciones y advirtió que el país norteamericano iba a “responder fuertemente” ante estos ataques.