A diez años de la tragedia, el Secretario General presentó sus respetos ante una nueva escultura a los más de 100 trabajadores que murieron en el terremoto tras el colapso del edificio sede de la ONU en Puerto Príncipe. António Guterres aseguró que la Organización debe honrar su memoria al continuar trabajando por el bienestar de todos los haitianos.
El Secretario General de la ONU inauguró un nuevo monumento llevado a la sede de la Organización en Nueva York que honra al personal fallecido en el terremoto de Haití, hace 10 años.
La escultura “A Breath”, que se traduce como “un respiro”, fue realizada por el italiano Davide Dormino. Su hermano, Marco, fotógrafo de UNICEF, sobrevivió al terremoto tras haber dejado el edificio minutos antes de que colapsara por el temblor que se llevó la vida de 102 trabajadores de la ONU y sus agencias.
“Me impresionó especialmente la inclusión (en la obra conmemorativa) de escombros del Hotel Christopher, donde murieron muchos de nuestros colegas”, aseguró Guterres, agradeciendo al artista y a quienes ayudaron a transportar el monumento desde Puerto Príncipe.
La escultura evoca el instante antes de que la tierra comenzara a temblar el 12 de enero de 2010, muestra una pila de hojas de papel de metal sobre un bloque de hormigón. Una de las hojas ha caído el suelo, y sobre ella están los nombres de los fallecidos.
“Los que murieron estaban en Haití para ayudar a construir la estabilidad y la prosperidad y consolidar la paz y la seguridad, con socios internacionales, nacionales y locales. Entre ellos se encontraban asesores, oficiales políticos, humanitarios, especialistas en desarrollo, oficiales de seguridad, soldados, abogados, conductores y médicos”, dijo el Secretario General durante una ceremonia este viernes para conmemorar el aniversario de la tragedia.
Guterres recordó que cuando se produjo el terremoto, gran parte del personal de la ONU participó en operaciones de búsqueda y rescate y llevó a personas heridas al complejo de las Naciones Unidas.
“Algunos tenían el deber desgarrador de acompañar el cuerpo de un colega al hogar de sus seres queridos, para su entierro o cremación. Una pérdida de esta escala deja recordatorios y cicatrices permanentes en Haití y en las Naciones Unidas. Nos une y nunca lo olvidaremos”, señaló, renovando sus condolencias a los familiares y amigos de las víctimas.
El compromiso de la ONU con Haití
El Secretario General también dijo que a una década de la tragedia, la ONU renueva el compromiso de honrar el legado del personal fallecido, trabajando junto al pueblo y Gobierno de Haití, y con la comunidad internacional, para salvaguardar su futuro y construir paz, prosperidad y dignidad para todos los haitianos.
“Cuando se produjo el terremoto, muchos haitianos comenzaban el año nuevo con un renovado optimismo y confianza en el futuro de su país. En unos segundos, sus esperanzas se convirtieron en polvo. Las ciudades fueron destruidas, cientos de miles de personas murieron y millones de vidas cambiaron para siempre”, recordó Guterres.
El titular de la ONU recalcó que el terremoto creó amenazas para la seguridad, estabilidad y prosperidad de Haití, y recuperarse de las heridas físicas, emocionales, sociales y financieras que infligió ha sido un desafío.
“Entre los muchos retos, las Naciones Unidas lamentan profundamente la pérdida de vidas y el sufrimiento causados por la epidemia de cólera. Agradezco el progreso significativo que se ha hecho para eliminar la enfermedad. También estamos comprometidos a resolver casos pendientes de explotación y abuso sexual”, dijo.
Guterres señaló que la magnitud de la tragedia fue tal que tomó muchos años para que cualquier sentido de normalidad regresara.
“Hoy, la inseguridad y el lento crecimiento económico están contribuyendo al aumento de las tensiones sociales y al deterioro de la situación humanitaria. Insto a los haitianos a resolver sus diferencias a través del diálogo y resistir cualquier escalada que pueda revertir los logros de la última década”.
La Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití y las 19 agencias, fondos y programas presentes en el país continúan trabajando en asociación con el pueblo haitiano en su camino hacia la recuperación y la prosperidad.
Ayuda alimentaria
Precisamente, el Programa Mundial de Alimentos, recordó este viernes que más de un tercio de la población del país necesita urgentemente ayuda humanitaria para alimentarse.
El encarecimiento de los alimentos, la bajada de la producción agrícola y las protestas sociales han hecho que 3,7 millones de personas necesiten ayuda y que, de ellas, un millón, esté pasando hambre.
El Programa está reforzando sus operaciones en Haití para llevar comida a 700.000 personas y han pedido 57 millones de dólares para continuar su trabajo en los próximos seis meses. Publicado originalmente por ONU Noticias