La “demasiada franqueza” con que se pronunció el señor Francisco Flores Chang, considero que no ayuda a la institución que representa. Pero mucho menos a su país, que es el de todos los que compartimos la nacionalidad dominicana. Es mi apreciación.
Flores Chang, director de Residuos Sólidos del Ministerio de Medio Ambiente, en una reciente entrevista para Listín Diario, restó importancia a los pequeños programas de reciclaje de plásticos que se realizan en el país, bajo el alegato de que “con eso no se hace nada”.
Con algo hay que empezar, y -como es bien sabido- los comienzos suelen tornarse difíciles. No podemos dejar todo como está y que la falta de iniciativas nos arrope. Los plásticos desechables, los no reciclables, están provocando serios problemas al medio ambiente prácticamente en todo el territorio nacional.
El funcionario fue muy claro al señalar que “el país no está preparado para descartar el plástico de un solo uso”. Eso lo entendemos. Pero no debemos dejar que nuestros ríos, arroyos, playas y costas, calles, avenidas y predios sigan invadidos por los desechos de plásticos.
La conservación del medio ambiente y la salud de la población deben prevalecer por encima de todo. Pero, para él es mucho más importante resaltar que la industria de plásticos genera en República Dominicana medio millón de empleos.
Ni siquiera le da importancia a la eliminación del plástico de un solo uso que recién han hecho países como Jamaica, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Trinidad y Tobago, y Bahamas. Datos del Banco Mundial dan cuenta que más de 300 mil toneladas de residuos de plástico no son recogidas cada año en la región del Caribe.
La posición del funcionario no puede justificarse con el señalamiento de que a nivel mundial “se producen 5 mil billones solamente de fundas plásticas, que no tienen sustituto por ahora”. Esa no es excusa de gran peso como para no iniciar programas de ensayo con el reciclaje.
Cada vez son más los establecimientos que usan el plástico en sus productos, ya sea para envasar o para el consumidor final usar en el acto, como alimentos servidos, o en alguna bebida. Y a todo eso se debe agregar la interminable cantidad de productos que se expenden con protección de plásticos en las más variadas formas o diversidad.
Conociendo todo eso, que genera desechos por miles de toneladas, República Dominicana debe tomar medidas urgentes, para evitar que por esta causa lleguemos a una emergencia de incalculables consecuencias.