¡Doscientas siete veces debe estrellar contra la pared la memoria de tu anterior existencia!
Expresó Gamel, con su voz chillona, su sonrisa cínica, su cabeza de lechosa, y su maldad constante. Dijo, al mismo tiempo que levantaba sus brazos, y el tridente que agarraba su mano derecha. Si,, era un demonio.
– Botaste una encarnación, para liberar un pueblo acostumbrado a la esclavitud, del alma, del carácter y del estomago, por eso, a cambio de saciarla; entregan su libertad, su voluntad y sus votos; apoyando tiranos, torturadores y ladrones. Y lo peor, es un pueblo sin memoria, por eso nunca escarmienta los traidores, y como a estos, les unen sus delitos e intereses, luego se unen, y al pueblo vuelven a someter.
Era un día gris, de brisa constante, y hasta cierto punto frío; claro, según los parámetros del Caribe. Una mezcla de ritmos, era arrastrado por el viento, parecía una sónica y rítmica acuarela. Un continente nuboso le servía de domicilio colocado en un firmamento azul y estrellado,
Duarte, por su parte, no paraba, ocupado buscando quien sabe que, entre decenas de libros, en un viejo estante. Mientras Gamel le perseguía con su discurso, deprimente, depresivo, y convincente.
– Admítelo –dijo-. En 1844, ese pueblo dejó solo a Francisco del Rosario Sánchez, cuando Pedro Santana ejecuta el golpe de Estado en su contra. Ese mismo pueblo, no reacciona en 1861, cuando el traidor Pedro Santana, baja la bandera nacional y sube la Española y anuncia la anexión. Admito que podrás decir a tu favor, que no estaba en el país. Ese mismo pueblo fue indiferente, cuando un hombre, un prócer, un patriota como Francisco del Rosario Sánchez fue fusilado, en San Juan por Pedro Santana. Ok, ya sé lo que dirá, que tu tampoco estaba en el país en esa ocasión.
– ¡No soy un traidor! –
Dijo Pedro Santana quien de la nada apareció, No había sido invitado, al encuentro celebración del natalicio de Duarte, pero como todos somos cristianos, estamos obligados a perdonar, por eso no fue expulsado-. Y continuó..
Si entregué el territorio a España, pero convencido de que hacia bien, y sumaba, y no que representaba ningún mal, y lo hice porque comprendí que viviríamos en una constante zozobra con nuestros enemigos históricos los haitianos, y para garantizar seguridad y estabilidad, única forma de construir riqueza y bienestar, entendía que con España lo tendríamos, por eso lo hice. Así que la palabra traición, no puede ser ligada a mi nombre. Traidor, es el que permite o ejecuta cosas contrarias al interés nacional, de forma consciente.
– ¿Y porque ordenó usted fusilar a un hombre como Francisco del Rosario Sánchez? Preguntó Duarte.
–
– Porque ejecutó acciones, que conspiraban contra los objetivos patrióticos que mi gobierno buscaba establecer en el país, al encabezar una revuelta militar contra la anexión. Anexión ejecutada con el objetivo de favorecer a todos los ciudadanos. Que, aunque el actuara de buena fe, perjudicaba el proyecto nacional que teníamos previsto para la patria. Y eso era inaceptable.
– ¡El fin, justifica los medios. La lógica de todos los tiranos! Dijo Gamel con el duro cinismo que lo caracterizaba. Pero por ignorar la constante de la tercera ley de newton; “que toda acción, produce una reacción de igual fuerza y de sentido contrario”, jamás pudo imaginar usted que esa anexión, costaría una guerra civil, la destrucción del Ejercito Nacional, la muerte de 18 mil soldados españoles, una cantidad indeterminada de dominicanos, decenas de ciudades incendiadas, dos años de guerra, y por último, usted tener que suicidarse Gral. Pedro Santana.
Se hizo un profundo silencio. Santana quedó paralizado. Su vista perdida, la boca semiabierta. Fue cuando se escuchó de Duarte, decir:
– “Mientras, no se escarmienten los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos seguirán siendo víctimas de sus maquinaciones”.
Y luego continúo diciendo…
– A pesar de los males que sufre la patria en el presente, en mi 207 cumpleaños, creo que el pueblo dominicano, cada vez es más consciente de quienes son sus enemigos, colocándose más cerca en el sendero de su definitiva liberación, para hacer realidad una patria libre e independiente y de prosperidad para todos sus ciudadanos. ¡De manera que soy optimista!
Dijo, al tiempo que levantó su mano derecha, en ella había una gran copa de cristal, y fue cuando invitó a todos a un brindis:
¡Por un aniversario más,,, y por gloria para la patria,, Brindemos!
Milton Olivo
Enero 26, 2020