Es muy frecuente que cuando hablamos del Internet de las Cosas, el tema sea relacionado directamente al individuo. Se menciona, por ejemplo, la enorme cantidad de dispositivos que se encuentran o encontrarán en poco tiempo en el hogar y que están interconectados, intercambiando información entre sí y compartiéndola con autoridades, especialistas, fabricantes y proveedores de servicios suministrando datos muy importantes acerca de las necesidades, gustos y actividades del usuario para ofrecer soluciones que simplifiquen su vida.
Sin embargo, y aunque existen algunos artículos que hablan sobre la presencia cada vez más inminente del Internet de las Cosas en asuntos más amplios y complejos que involucran a ciudades enteras, ciertamente no se le ha dado el peso que tiene; sobre todo, cuando los riesgos en la seguridad de los sistemas y procesos podrían comprometer no sólo el funcionamiento de servicios básicos para la población, sino también afectar seriamente la vida de las personas.
Para ofrecer una idea sobre las aplicaciones que el Internet de las Cosas tiene en una ciudad, se pueden mencionar las siguientes:
Salud
Para complementar a la teleasistencia, ahora se tienen la capacidad de monitoreo dentro y fuera del hospital. Alertas sobre datos específicos del paciente, ya sean, ritmo cardíaco, niveles de glucosa en sangre, presión arterial, temperatura y otros datos vitales.
Monitoreo de tráfico
Aplicación bien conocida por los usuarios y que ya cuenta con un buen entendimiento sobre sus beneficios. De hecho, en estos momentos, todo aquel que utiliza una aplicación en su auto o teléfono inteligente que involucre el GPS está haciendo uso de datos de otros usuarios para hacer más eficientes los recorridos por la ciudad o carreteras. Las ciudades ya comienzan a recolectar este tipo de datos mediante el internet de las cosas para mejorar las vialidades.
Agricultura
Importantes avances sobre el conocimiento exacto y en tiempo real del estado en el que se encuentran los suelos. Datos como acidez, nutrientes, temperatura, clima y otros químicos, ayudan a tener la certeza sobre tiempos de siembra y cosecha, asegurando el mayor aprovechamiento en el cultivo de alimentos básicos para la humanidad.
Sector energético
Establece un intercambio de datos entre los medidores y el departamento de análisis de datos del proveedor de servicios de energía eléctrica, facilitando la detección oportuna de fallas en el sistema, hábitos de consumo y necesidades de mantenimiento. El ahorro de energía es clave en las ciudades.
Sistema de suministro de agua
Al igual que en el sector energético, el conocimiento y el intercambio de datos sobre las características en el consumo de la sociedad, es vital para el ahorro del líquido que cada vez es más difícil proveer a las grandes urbes. El usuario puede controlar su propio consumo cuando tiene los datos a través de un sitio web y detectar posibles fugas o averías; por su parte, el órgano regulador de agua potable en la ciudad cuenta con información precisa para llevar a cabo grandes ahorros y evitar desabasto en amplios sectores de la población. Racionamiento, tratamiento de aguas residuales, distribución y mantenimiento, se encuentran en la parte más alta de las prioridades de estos sistemas.
Desafortunadamente, los ejemplos antes mencionados, reciben diariamente serias amenazas en su funcionamiento debido a que los sistemas no cuentan con una configuración de seguridad robusta por parte del fabricante. Además, muchos de los empleados responsables de los sistemas, interactúan a través de dispositivos móviles que son fáciles de interceptar por las mismas razones de una seguridad débil de origen.
La acción más efectiva para que todos estos puntos neurálgicos se mantengan a salvo de ataques es, por supuesto, aislar las redes para evitar que sean atacadas, pero eso ya se hacía antes del internet de las cosas y es una de las razones por las que su coste evitaba despliegues a gran escala. Una solución para estos problemas puede ser el uso de un servidor vpn para aislar las redes y evitar que sean atacadas. Así mismo, es necesario reforzar de forma individual la configuración de seguridad de todos los sistemas involucrados.
Falta tiempo para que el Internet de las Cosas esté totalmente blindado, por lo que las medidas de seguridad mencionadas en el párrafo anterior no deben ser ignoradas si se pretende conectar los sistemas de toda una ciudad a los servicios de un proceso ciertamente inteligente y benéfico, pero que aún tiene serias vulnerabilidades.