Con el fracaso de la Junta Central Electoral en la organización de las elecciones municipales el principal problema que se le plantea al país es el de la administración de las elecciones municipales, legislativas y presidenciales, en opinión de la Alianza por la Democracia (APD).
“El liderazgo político y social debe llegar a un acuerdo a fin de garantizar que las elecciones pendientes sean celebradas dentro de un marco de respeto donde las distintas fuerzas políticas puedan competir con equidad y sin la grosera intervención del gobierno”, según expresa la organización opositora.
Para la APD se debe discutir desde la integración de una nueva Junta Central Electoral hasta la recomposición de las Juntas Electorales Municipales y el relevo de muchos de sus secretarios actuales, pasando por el reordenamiento de los órganos técnicos de la JCE, como las direcciones de Elecciones y de Informática.
“La JCE no cumplió con su promesa de realizar unas elecciones libres, justas y democráticas, desacreditándose y perdiendo la confianza de la ciudadanía, lo que obliga a grandes decisiones”, indicó la APD.
Según la organización política la composición de muchos colegios electorales debe ser revisada, ya que fueron integrados por fundamentalmente por partidarios del Gobierno.
A juicio de la Alianza por la Democracia, también debe ser superada la exclusión de los delegados políticos y técnicos de los partidos, tanto en la Junta Central Electoral como en las juntas municipales y colegios electorales, como dijo que sucede en la actualidad en detrimento de los partidos que supuestamente no alcanzaron más del 1% de las votaciones en las elecciones pasadas o que forman parte de una alianza o coalición.
En documento emitido por su dirección nacional, firmado por su presidente y su secretario general, Max Puig y Carlos Sánchez, respectivamente, la APD consideró que “desde la hora en que supuestamente debieron comenzar las votaciones se pudo constatar que el sistema del voto automatizado no estaba blindado como lo había asegurado de manera reiterada la Junta Central Electoral”.
El colapso del sistema electoral montado por la JCE demostró, en opinión de los apedeistas, que “las auditorías y estudios contratados por la JCE no sirvieron, en absoluto, para detectar las debilidades del sistema”.
Precisaron que, aunque se quiso presentar los graves problemas que se presentaron como dificultades técnicas, lo que se produjo en realidad fue una acción fraudulenta ante la inminencia de la derrota del partido de gobierno.
“Lo que hubo no fue un fallo técnico, sino el último de los intentos de fraude del Gobierno y del PLD por mantenerse de manera indebida en el poder”, señaló el partido opositor.
Al precisar que las consecuencias de la anulación de las elecciones municipales son “graves y de un alcance todavía desconocido”, la APD reiteró su exigencia a favor de la celebración de elecciones verdaderamente libres, justas y democráticas.
“Para lograr ese objetivo, la APD hace un llamado a todas las fuerzas políticas de la oposición, así como a todos los sectores realmente interesados en el fortalecimiento de la institucionalidad democrática, a actuar con firmeza y de manera concertada; al mismo tiempo, le pedimos al pueblo dominicano mantenerse movilizado y atento para enfrentar los aprestos de un gobierno que pretende conservar el poder al margen de la ley y de la razón”, expresa la declaración.