Acabamos de regresar de un viaje de par de semanas a Santo Domingo, República Dominicana.
Fuimos a la Plaza de la Bandera y nos mezclamos con los Popis y algunos curiosos Wawawas, los dominicanos somos muy creativos.
Nos llamó la atención un letrero de una popi, sumamente elegante y bien vestida, con ropa de marca, buen reloj, aretes, pulsera y cadena. Evidencia de que no había peligro de asaltos en ese lugar.
El letrero decía: ¿Y la democracia, pa’ cuando?
No pudimos controlar nuestra curiosidad y nos acercamos a la joven y al grupito que la acompañaba. Luego de identificarnos como residentes de la ciudad de New York, le preguntamos: ¿Usted está pidiendo democracia? ¿No es esta manifestación una muestra de que aquí hay libertad de expresión?
La joven me contestó: ¡Danilo lo que tiene es una dictadura y quiere perpetuarse en el poder!
Tengo entendido que Danilo Medina no puede ser candidato, ¿Cómo se va a perpetuar en el poder?
A través de Gonzalo que es su testaferro. Nos contestó.
Nosotros insistimos diciéndole: Pero ustedes van a tener la oportunidad de expresarse por medios de los votos el próximo mes de mayo.
¡Ay mi don, todo eso está arreglado! No hay forma de cambiarle la mentalidad a esos jodidos Wawawas y ellos son más.
Y si usted sabe eso, ¿Qué hace aquí?
Un joven de los que formaba parte del grupo intervino diciendo. Mire señor, le voy a decir la verdad.
¡Nosotros estamos aquí, por la chercha!
En eso nos interrumpieron dos agentes de la Policía Nacional, nos regalaron unas hermosas sonrisas, acompañadas por sendas botellas de agua y a la señorita con la cual conversábamos le obsequiaron una bella rosa.
Nos despedimos del alegre, cervecero y cherchoso grupito, que seguían vociferando todo tipo de eslogan, ante las serenas miradas de los agentes del orden y mientras tomábamos de la botella de agua pensamos.
La verdad que, como dijo Jackie Núñez del Risco, nosotros somos un país muy especial.
Una nación donde cuando la cosa está floja, es porque está mala, pero que también esta mala, si la cosa está dura.
Una agraciada joven blandiendo una pancarta pidiendo más democracia, sin embargo, el grito que se oye por doquier es:
¡En este país hace falta una mano dura, un Trujillo!
¡Aquí todo el mundo hace lo que le da la gana!
¿Y entonces?
Carlos McCoy
Marzo 2020