Para poner montar en Santiago y Santo Domingo con la presentación de la Orquesta Mariinsky, considerada entre las cinco más importantes del mundo, junto a tres y sus exquisitos solistas, se debió desarrollar un agotador trabajo de organización y convocar un mecenazgo empresarial e institucional que puso en tensión voluntades y recursos para concretar lo que sin dudas ha sido una entrega de arte sinfónico para la historia nacional.
Es atrevido describir con precisión emotiva una noche sinfónica de ensueño, en la cual talento excepcional de tres solistas internacional del piano, el violín y el canto lirico, con el marco de la Orquesta Mariinsky, dirigida por el maestro Valery Gergiev, su titular desde 1988.
Quedan marcadas en la piel lo vivido tras las actuaciones del violinista húngaro Kistof Barati, vestido de negro con una sencillez extrema, el pianista ruso Daniil Trifonov, inscrito por su obra en la elite mundial del teclado y el exquisito y técnicamente impecable tenor ruso Sergey Skorokhodov, ante un público dominicano que decidió aprovechar la excepcional cita con el arte sinfónico de primer nivel mundial.
La orquesta, bajo la dirección de Gerviev, inició la velada con la tierna y firme panorámica musical de Claude Debussy, Preludio a la siesta de un fauno, abierta con un solo de flauta que auguraba la consistencia de la entrega por llegar. Desde ahí, la gente supo que se encontraba frente a una orquesta de maestros.
Luego, el resto del programa, integrado por piezas de Félix Meldelssohn (Concierto en Mi menor para violín y orquesta, Opus 44), la Sinfonía No.1 en Re mayor, Opus 25 Clásica Alegro; el Concierto No.1 en Do mayor para piano y orquesta, Opus 15 (Beethoven) y cerrar con El pájaro de fuego, (Suite del ballet) de Igor Stravinsky.
Gran esfuerzo
Para lograr esta función sinfónica hubo que coordinar esfuerzos extraordinarios, horarios de gira y contar el aporte de empresas e instituciones: Banco Central, Banreservas, Distribuidora Corripio, Banco Popular, Grupo Universal, Claro, Banco BDI, Fundación Refridomsa, Banco Santa Cruz, Mercasid, Central Romana, AES Dominicana, Transekur.
También se suma el trabajo voluntario de las Fundaciones Sinfonía, (promotora local), Fundación Amigos del Teatro Nacional, la Fundación Eduardo León Jimenes, el Ministerio de Cultura y, en particular, la decisión de la mecenas internacional del arte musical Verónica Atkins, de la Fundación Mariinsky América, quien facilitó los procesos para que llegara al país un espectáculo de este nivel, con la base musical de la “primera orquesta global del mundo” como ha sido señalada con justicia por la crítica musical internacional.
El origen
La Mariinsky fue fundada en el 1860 por el poder imperial ruso, con sede en el teatro del mismo nombre, de San Petersburgo, para crear una tradición que la ubica actualmente entre las cinco mejores del mundo. Se le llama la Orquesta Global del Mundo y se destaca por el talento, entrenamiento y versatilidad de sus instrumentistas.
La visita a la República Dominicana de la Orquesta del Mariinsky, un grupo élite de 40 músicos seleccionados por el maestro Gergiev de entre el conjunto de sus casi 400 instrumentistas.