Las formas de tratamiento en la lucha contra el coronavirus (COVID-19), por parte de China, Singapur y Corea del Sur, han llamado la atención del mundo científico debido al éxito en la reducción del número de casos y la tasa de propagación con sus diferentes estrategias.
Al respecto la Agencia Anadolu realizó una comparación de las estrategias de estos tres países.
Desde el inicio de la propagación del virus China ha avanzado con su estrategia de aislamiento de manera efectiva; en Singapur se maneja con un método de diagnóstico temprano, mientras que en Corea del Sur se realizan pruebas de diagnóstico generalizadas y masivas.
Al respecto, el profesor de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Hacettepe en Turquía, el doctor Murat Akova, evaluó los modelos de Singapur y Corea del Sur, junto con el modelo de China, país en donde comenzó la epidemia de COVID-19, cuya tasa de propagación disminuyó casi a un caso por día. Estos modelos se muestran como ejemplos exitosos con sus diferentes estrategias en esta lucha.
China: aislamiento efectivo
El doctor Akova resaltó que "China, lugar en donde comenzó la propagación del virus, redujo el número de casos nuevos a casi cero con las medidas que tomó. Del mismo modo, los casos de muerte comenzaron a disminuir. Por lo tanto, examinar las medidas de aislamiento efectivo de China después del inicio de la enfermedad puede ser un ejemplo para otros países".
Akova recordó que las autoridades chinas comenzaron a implementar un aislamiento completo desde mediados de enero en 16 ciudades, incluida Wuhan, el centro de la epidemia, así como también se detuvo todo el transporte terrestre y aéreo a la provincia y se impuso cuarentena en todos los hogares de la región. A las personas se les prohibió desde la fecha abandonar sus hogares, excepto para comprar alimentos o asistencia médica.
El doctor Akova señaló que de “no haberse tomado esas medidas, el número de pacientes podría haber alcanzado los ocho millones a fines de febrero. Sin embargo, los epidemiólogos están de acuerdo en que el reconocimiento temprano y el aislamiento de los pacientes mediante pruebas es el factor preventivo más importante”.
Singapur: diagnóstico temprano
Akova resaltó que el modelo de diagnóstico temprano de Singagur parece haber funcionado muy bien, "se comenzó a tratar la epidemia tan pronto como se detectó en China mediante un proceso de diagnóstico temprano a las personas en posible contagio. Este mecanismo mostró ser efectivo pues para la fecha el número total de casos en Singapur es de 432, de ellos 161 se han recuperado, a pesar de la cercanía con China.
Corea del Sur: la prueba de diagnóstico generalizada
El médico Akova resaltó que Corea del Sur, es uno de los países que se consideran exitosos en el control del COVI-19: "En el país de 50 millones de habitantes, el brote se desaceleró significativamente y la cantidad de casos nuevos que surgieron a fines de febrero fue de 909, mientras que esta cifra cayó a 74 el 17 de marzo. Pero las medidas tomadas en este país son bastante diferentes de las de China".
Según el doctor turco el elemento básico del éxito de este país en el control del COVID-19 es la aplicación de prueba de diagnóstico generalizada: "Más de 270 mil personas en el país se han realizado exámenes de COVID-19.
Este número representa 5.400 pruebas por millón de personas. La alta capacidad de prueba de Corea del Sur parece hacer innecesario tomar medidas incómodas, como el toque de queda, por un lado, al tiempo que garantiza que se identifique a los pacientes y que quienes entren en contacto con estos pacientes sean aislados de inmediato”.
Al respecto Akova señaló que: "los pacientes de alto riesgo (como los ancianos, aquellos que sufren de hipertensión, los diabéticos, aquellos con enfermedad pulmonar crónica, pacientes con cáncer) tienen prioridad en la hospitalización. Son monitoreados en los centros y reciben tratamiento de apoyo. Los que mejoran y los que tienen resultados negativos dos veces tras el examen del virus son dados de alta".
La enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) es una afección respiratoria que se puede propagar de persona a persona. El COVID-19 se identificó por primera vez en un brote en Wuhan, China, en diciembre pasado, y se ha extendido a cerca de 188 países y territorios.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote como una pandemia global el miércoles 11 de marzo.
De cerca de 318.000 casos que han sido confirmados, 96.000 se han recuperado, mientras que las muertes superan los 13.600, según los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins en EEUU.
A pesar del creciente número de casos, la mayoría de las personas infectadas sufren sólo síntomas leves y se recuperan.
*Camilo Hernández contribuyó con la redacción de esta nota.
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