Es falso que estas instituciones serian destruidas, si se ven obligadas a avanzar el equivalente a tres salarios a o el 10% a los dueños del dinero que ellos administran. Total, ese dinero seria descontado de los ahorros del titular, declaró hoy el presidente del Partido Quisqueya Potencia el Escritor Milton Olivo
“Es una burla de la directiva de las AFP, afirmar que con la entrega de dinero a los ahorrantes se destruiría en tres meses el patrimonio que por más de 16 años, con “buena gestión”, se ha logrado alcanzar para los trabajadores afiliados a las AFP. Cuando lo que de verdad ocurriría es que los ahorros de los beneficiarios se reducirían según la cantidad que haya recibido”. Y con su buena gestión a la fecha, solo se han beneficiado ellos con los salarios de lujos y beneficios con que se han lucrado.
El activista social y analista geoeconómico, afirmó que mucho más falso aun, es la afirmación de que por estar esos recursos invertidos en títulos, y papeles financieros, ese dinero no pueda ser convertido en efectivo. Cuando todo lo que tiene valor, representa garantía, y por tanto puede ser convertido en efectivo. Y más aun, cuando los títulos financieros, normalmente sirven de garantía para operaciones financieras. Que en este caso podría ser con BANRESERVAS a tasa de interés mucho más baja que el nivel de beneficios a que están colocados esos recursos.
El autor del libro El Secreto Taino, y la novela De Creyentes y Terroristas, dijo que con esa aptitud, estos burócratas financieros, lo que demuestran es que su codicia le ha matado el debido amor cristiano, produciendo en ellos, una ausencia absoluta de sentido de la solidaridad, volviéndolos insensibles e indiferentes al dolor ajeno, y reflejando desprecio por el pueblo humilde que hoy está en dificultad y necesidad por la cuarentena a que ha sido sometido por las autoridades, y la paralización de las actividades productivas.
Y sobre todo, se están olvidando, que ese dinero no es de ellos. Que son los dueños de esos recursos, que están en necesidad y lo están reclamando. Concluyó afirmando Milton Olivo.