Por imposición inapelable de mis hijos (recuerden que soy orgullosamente rosca izquierda), he empezado a usar mascarilla y guantes, y a ver a los extraños, donde sea, con cara de pocos amigos, como sospechosos de ser agentes contaminantes. Pero, con todo y eso, si acaso esa vaina me llevara a cualquiera de los otros mundos (pues siempre he sospechado que hay más de uno, unos más divertidos que otros), no olviden poner en la casa No. 100 de la Baltasara de los Reyes, Villa Consuelo (a 50 metros del Secreto Musical, la gran sede del son), una tarja que diga: “Aquí nació Colombo”. (Gracias).