Por Rossy Belliard de Portela*- Para la Comisión del Panel de Expertos de Consulta de Asuntos Médicos- Epidemiológicos de la Comisión de Salud del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. ( CRD), resulta de suma importancia, que la población nacional e internacional esté tomando la debida conciencia que la enfermedad denominada COVID-19, está demostrada ser una enfermedad más grave que la gripe estacional en todos los seres humanos, especialmente las personas inmunocomprometidas como los pacientes diabéticos.
Por tanto, dentro de la referida comisión del CRD, somos del criterio, que todas las precauciones estándar para evitar infecciones que se han informado ampliamente son aún más importantes cuando se trata con este virus.
El brote de la enfermedad del virus COVID-19 requiere acción de los endocrinólogos, también en primera línea de atención de nuestros pacientes, en colaboración con otros médicos, como los internistas, emergenciologos e intensivistas. Esto preservará el estado de salud y evitará los resultados adversos relacionados con COVID-19 en personas afectadas por diferentes enfermedades endocrinas además de la diabetes.
Problemática de los diabéticos y personas con enfermedades de alto riesgo:
Las personas con diabetes en particular se encuentran entre las categorías de alto riesgo, ya que pueden tener una enfermedad grave si contraen el virus, según los datos publicados hasta ahora por los investigadores chinos, pero otras enfermedades endocrinas como la obesidad, la desnutrición y la insuficiencia suprarrenal también pueden ser impactadas por COVID-19.
Al tal respecto, las responsabilidades de los endocrinólogos en todo el mundo debido al brote actual de COVID-19, tienen un rol importante en el enfoque integral del paciente infectado y que además presenta alguna enfermedad endocrinológica”
La mortalidad aumenta considerablemente en pacientes con la presencia de enfermedades mórbidas, incluidas enfermedades cardiovasculares previas (10.5%), diabetes (7.3%), enfermedades respiratorias crónicas, hipertensión y cáncer, cada una de ellas con un 6% entre las personas de 60 años y mayores. Se ha informado que la mortalidad es del 14,8% en los mayores de 80 años, del 8% para los que tienen entre 70 y 79 años y del 3,6% en el grupo de 60 a 69 años.
En comparación con los pacientes que no ingresan a la UCI, los pacientes críticos son mayores (edad media 66 años) y tienen más comorbilidades previas (72% frente a 37%).
Preocupaciones frente a la tasa de mortalidad y la propagación infecciosa :
Las tasas de mortalidad mundiales pueden variar según la región, pero esta información aún no está disponible y es comparable de manera consistente, ya que las políticas de salud pública aplicadas y los registros de salud utilizados en cada región del mundo no son homogéneos.
Debido a la transmisión sostenida de persona a persona, la rápida propagación del SARS-CoV-2 resultó en un brote formidable en muchas ciudades de China y se expandió internacionalmente, incluyendo Japón, Corea del Sur, Estados Unidos y actualmente América Latina. A partir del 24de febrero de 2020, estos nuevos casos emergentes habían causado un total de 79,331 casos confirmados con 2618 muertes en todo el mundo.
En la evolución de la Diabetes Mellitus tipo 2, generalmente a partir de los 15-20 años desde el diagnóstico, es frecuente que aparezca una serie de complicaciones secundarias, si bien esto no se cumple en todos los casos. En otras ocasiones, las complicaciones ya estarán presentes en el momento del diagnóstico, tal es el caso de la DM 2, en la que su presentación insidiosa, indolente, inespecífica y de larga evolución favorece que ésta pase desapercibida, con el subsiguiente progresivo daño tisular en diferentes localizaciones del cuerpo humano, lo que se traduce, que al momento de la infección por el COVID-19, ya existan complicaciones que pudieran agravar el cuadro clínico del paciente.
Aún es poca la experiencia que los médicos tienen sobre la infección del COVID-19 y son pocos los estudios sobre su impacto en personas con diabetes, la población descrita en China indica que hasta el 20% de los infectados por coronavirus eran diabéticos y que presentaron una tasa de mortalidad de hasta el 7,3%, frente al 0,9% de los pacientes infectados sin comorbilidades, como se mencionó previamente.
La complicación del COVID-19 en estos pacientes es una realidad. La tasa general de letalidad del coronavirus en pacientes diabéticos superaba en China antes de la que previamente a la infección padecían enfermedades respiratorias.
Las razones por las que esta infección puede evolucionar peor en diabéticos se deben a que los pacientes con diabetes tienen un nivel de compromiso inmunológico que puede ser importante y el cual puede fallar en situaciones de stress biológico.
Hasta el momento no se ha detectado diferente nivel de riesgo de infección entre pacientes con diabetes tipo 1 y tipo 2. Sin embargo, los pacientes con diabetes tipo 2 sugiere que tienen más riesgo de complicaciones de la enfermedad, ya que en estos casos se suelen sumar otros factores como la obesidad, hipertensión, cardiopatía diabética mixta isquémica y no isquémica, etc.
Siendo el corazón de los diabéticos, un órgano vulnerable per se, al igual que el pulmón. En casos de infección por Corona Virus, las complicaciones están ampliamente descritas, pudiendo ser catastróficas.
No hay suficientes datos para demostrar si las personas con diabetes tienen más probabilidades de contraer COVID-19 que la población general. El problema que enfrentan las personas con diabetes es principalmente un problema de peores resultados, no una mayor posibilidad de contraer el virus.
Acciones primordiales:
La infección del SARS-CoV-2 en pacientes con diabetes puede desencadenar una condición de stress y una mayor secreción de hormonas hiperglucémicas, como los glucocorticoides y las catecolaminas, lo que resulta en niveles elevados de glucosa en sangre, variabilidad anormal de la glucosa y complicaciones diabéticas. Además, una diabetes descompensada puede aumentar la tasa de admisión hospitalaria.
Sin embargo, en comparación con los endocrinólogos la mayoría de los especialistas de primera línea y cuidados críticos pueden carecer de la preocupación por la glucosa en sangre e insuficiente experiencia clínica en el tratamiento de la diabetes, lo que puede conducir a la fluctuación de la glucosa en sangre en dichos pacientes, incrementando la estancia hospitalaria, como está demostrado en diferentes estudios publicados en revistas internacionales.
Por lo tanto, se necesita con urgencia el manejo oportuno y estandarizado de la glucosa en sangre para pacientes diabéticos con COVID-19.
Ya existen guías internacionales estandarizadas para el manejo de diabetes en pacientes críticos, con sus respectivos protocolos de manejo acorde a la condición clínica en particular, estas pudieran aplicarse perfectamente en estos casos.
Es importante tener en cuenta la alta incidencia de diabetes en nuestro país, la cual ronda alrededor de un 13.45 %, de la cual un 2.35 % desconoce su condición.
Medidas preventivas a tomar en cuenta durante la pandemia de COVID-19 para los pacientes con diabetes:
1). Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón o utilizar soluciones alcohólicas, especialmente antes de comer y después de estar en con otras personas, 2).- No compartir alimentos, utensilios, vasos o toallas, en caso de contagio o riesgo de contagiarse. 3).- Evitar el contacto estrecho con personas enfermas o que viajaron en los últimos 14 días en áreas de alto índice de COVID-19; 4).- Separarse de la gente que tosa o estornude; 5).- Tirar el pañuelo en un recipiente seguro, en caso de tener tos o estornudos.; y 5).- Tenga a mano los números de teléfono de su equipo médico.
Conducta a tomar si se comienza a sentir enfermo con síntomas respiratorios:
1).- permanecer en casa y notificar a su médico de cabecera o al sistema sanitario que se encuentra enfermo: Cuando se estornude o tosa, cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo desechable o con la parte interna del codo; 2).- En el caso de un contagio de Covid-19 es de gran importancia de aumentar los controles de glucemia; 3).- Monitorizar la glucosa en sangre con frecuencia, al menos en ayuno, antes de cada comida y al acostarse. Por lo tanto, debe suplirse de manera adecuada y por un tiempo prudente de tiras reactivas para los glucómetros, aunque no haya datos desinfección.
Como también: 1).- Tener en casa la cantidad necesaria de suministros de medicamentos para que no tengan que salir de casa. 2).- Si está en tratamiento con insulina, monitorizar los cuerpos católicos (si se puede, contaras reactivas de cetonuria); 3).- Manténgase en actividad física, en la medida de sus posibilidades; 4).- Mantenerse hidratados y monitorizar la temperatura conjuntamente con un alimentación adecuada.
Además, se debe practicar las “normas de los días de enfermedad” recomendadas para cualquier situación de stréss para evitar la descompensación de la diabetes. y seguirse las recomendaciones de las autoridades sanitarias y de su equipo de salud.
Mediante este trabajo la Comisión del Panel de Expertos de Consulta de Asuntos Médicos- Epidemiológicos de la Comisión de Salud del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. ( CRD), desea dejar plasmado en favor de la población de República Dominicana y las demás naciones de nuestra América Latina, sus inquietudes, planteamientos y recomendaciones sobre los temas recogidos en el mismo, frente a las serias repercusiones de las diferentes enfermedades infecciosas, especialmente del coronavirus.
*La autora es: Dra. Rossy Belliard de Portela, Coordinadora de la Comisión del Panel de Expertos de Consulta de Asuntos Médicos- Epidemiológicos de la Comisión de Salud del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. ( CRD), médico-Directora Zona Norte de la Sociedad Dominicana de Endocrinología y Nutrición, Correo: [email protected]. Tel. 809-244.5496.- República Dominicana.