El Banco Mundial pronosticó una caída estrepitosa este año de las economías de los países de América Latina y el Caribe y un colapso de la industria turística debido a la crisis creada por la pandemia Covid-19.
En el caso de la República Dominicana se prevé cero crecimientos para el 2020, con ligeros repuntes de 2.5 para el 2021 y de 4.0 en el 2022.
Se prevé que el este año por el Covid-19 el Productor Interno Bruto caiga en -4,6% de acuerdo al informa que emitió este domingo en Banco Mundial. De esa estimación se excluye a Venezuela.
Como se aprecia, las economías de ningún país de la región crecerán. Eso impondrá respuestas múltiples en materia de políticas públicas para apoyar a los más vulnerables, evitar una crisis financiera y proteger los puestos de trabajo.
Sugiere que los actuales programas de protección y asistencia social sean ampliados rápidamente, así como también su cobertura, de acuerdo a La economía en los tiempos del Covid-19.
En este último informe semestral de la Oficina del Economista en Jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe se señala que es probable que los distintos gobiernos deban respaldar a las instituciones del sector financiero y a las fuentes de empleo más importantes.
“Debemos ayudar a las personas a enfrentar estos desafíos mayúsculos y asegurarnos que los mercados financieros y los empleadores puedan capear esta tormenta”, dijo Humberto López, vicepresidente en funciones para la región de América Latina y el Caribe quien agregó que
Esto significa limitar los daños y sentar las bases para la recuperación tan pronto como sea posible”, dijo el ejecutivo del Banco Mundial.
De acuerdo a las conclusiones del estudio, la pandemia del coronavirus está provocando un gran shock de oferta.
El mismo prevé que la demanda de China y los países del G7 decaiga abruptamente, impactando a los países exportadores de materias primas en América del Sur y a los países exportadores de servicios y bienes industriales en América Central y el Caribe.
Un colapso del turismo tendría un impacto muy severo en algunos países caribeños.
«Muchos países de América Latina y el Caribe se enfrentan a esta crisis con un espacio fiscal acotado. El mayor nivel de informalidad hace que sea más difícil llegar a todos los hogares y proteger todas las fuentes de empleo.
Describe que muchos hogares viven al día y carecen de recursos para enfrentar los aislamientos y cuarentenas necesarios para contener la propagación de la epidemia. Muchos también dependen de remesas en rápido descenso.
Sostiene que para ayudar a los más vulnerables a sobrellevar estas dificultades económicas, los actuales programas de protección y asistencia social deben ampliarse rápidamente, así como también su cobertura» dice el Banco Mundial.
“Los gobiernos de América Latina y el Caribe enfrentan el enorme desafío de proteger vidas y al mismo tiempo limitar los impactos económicos”, dijo Martín Rama, economista jefe del Banco Mundial para la región de América Latina y el Caribe. “Esto requerirá políticas dirigidas y coherentes en una escala raras veces vista anteriormente”.