Por Amaury J. Guzmán* Si observamos con detenimiento el mercado de commodities, específicamente el de contratos Futuros de petróleo, en condiciones normales podríamos deducir que el mundo ha cambiado, que el insumo energético más utilizados por diferentes sectores ya no es necesario.
Si bien los tiempos han cambiado bastante, la razón de este desplome en los precios del petróleo no es a raíz de esto. Cabe destacar que el petróleo en promedio genera el 38% de la energía consumida en Estados Unidos.
Las economías actuales se enfrentan ante una crisis sanitaria, que ha producido recortes considerables en la mayoría de sectores, tanto del comercio domestico como internacional, el COVID-19 ha causado una disminución significativa tanto en la demanda agregada como en la oferta agregada, es decir, que tanto los que producen, como los que venden y los que compran, han cesado actividades comerciales.
Este cierre total y/o parcial representa, además de un nuevo reto para la sociedad, un impacto en el consumo promedio de los hogares y empresas. Esto no es una excepción en el sector energético.
En la gráfica anterior se puede observar la trayectoria de la variación porcentual del PIB y del consumo del crudo en el mercado de Estados Unidos. A partir de esta ilustración se podría hacer, a simple vista, un candoroso análisis sobre la relación de ambas variables. Se observan que ambos
Si ponemos especial atención podríamos llegar a la simple pero abstracta conclusión que la producción es determinada por la cantidad de “energía” utilizada, por tanto, una abrupta reducción en el consumo de energía, podría subsiguientemente, disminuir el nivel de producción general. En forma de ejemplo, imagínese que esta cantidad de “energía” es aprovechada por empresas y hogares, la primera para producir bienes y la segunda para consumo de subsistencia de los individuos, de esta forma si la energía deja de consumirse, inevitablemente disminuirá la producción agregada.
Para ponernos en contexto es necesario ver el desenvolvimiento del precio de los Contratos Futuros de petróleo en las últimas semanas y dar una breve explicación sobre que es un “Future”.
De forma sumamente resumida este instrumento financiero no es más que un contrato de compra de bienes y servicios a un determinado precio pautado en el presente que se liquidará en el futuro.
En la gráfica posterior se denotan los Futuros con vencimiento en mayo de West Texas Intermediate. Como se puede apreciar en la imagen el precio ha descendido incluso a niveles negativos, un efecto muy inusual y hasta descabellado para muchos economistas.
Por otro lado, podemos ver que los contratos de mayor vencimiento se acercan más al precio “normal” del mercado. Se podría hacer a priori la relación de que mientras mayor es el horizonte de tiempo del contrato Futuro, mas aumenta el precio. Esto nos da una idea de la expectativa de los agentes sobre la posible duración de las perturbaciones de mercado.
En concreto, es evidente que existe un excedente de “energía” debido a que las grandes empresas productoras en Estados Unidos, aunque si bien estimaron la caída de la demanda a niveles parciales, al parecer no preveían una crisis de esta magnitud.
Por tanto, esto nos puede conducir a varias conclusiones.
• El exceso de oferta de “energía” podrá funcionar como un indicador del nivel relativo de la
crisis
• Los precios de los contratos futuros dan una idea de las expectativas de recuperación de los
agentes
• El consumo energético podría servir como variable explicativa del nivel de producción.
Si bien el desplome de este mercado nos ha sorprendido, es simplemente un indicador mas de lo
que se puede venir en el corto plazo debido a los shoks exógenos provocados por la crisis sanitaria
del SARS COVID-19. La explicación técnica de la coyuntura esta anexada al final del artículo.
Explicación técnica
El crudo se encuentra en los tanques en Cushing, Oklahoma. Cushing es el hogar de enormes
granjas de tanques y un montón de puntos de interconexión de tuberías.
El problema aquí es el siguiente: solo existe una cantidad limitada de tanques y cuando la industria
se cierra / la gente no compra tanto combustible, por tanto, se saturan. Cuando el petróleo se
vuelve barato, los agentes económicos entenderían que le costaría más enviar el crudo a otro lugar,
para así dejar espacio en los tanques y seguir operando. Por tanto, los agentes estarían dispuestos,
literalmente, a pagar para que le quiten el bien de sus manos.
Para los futuros del WTI, las personas deben recibir entregas físicas en Cushing. Los futuros del
petróleo Brent tienen arreglos de entrega más flexibles, por lo que probablemente sean una mejor
representación de la industria petrolera en general en este momento: son realmente bajos, pero no
son negativos.
A menudo, otros futuros se liquidan en efectivo: el día del cierre, simplemente entrega el efectivo
por cualquier disparidad restante entre el precio de futuros y el precio spot y nadie tiene que mover
el producto, pero los grandes futuros de petróleo requieren entrega física.
Lo mismo puede suceder con futuros de barriga de maíz: las personas que desean negociar contratos de futuros sin liquidación en efectivo deben estar preparados para el hecho de que de vez en cuando pueden tener que aceptar un poco de maíz físico entregado en un silo de granos en algún lugar. Puede tratar de salirse de sus contratos antes de que eso suceda (con suerte, venderlos a alguien que realmente necesite maíz), pero si los precios se mueven de la manera incorrecta, es posible que deba mantenerlos por otro mes.
(El autor es economista, egresado de la PUCMM)
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