Bogotá, abril de 2020. Al cierre del año 2019, el producto interno bruto (PIB) de Colombia creció en un 3.4%, uno de los más exitosos en los últimos años de la economía Colombiana. Para el 2020, los pronósticos eran bajos, con un alza solo de 2,6% según el Banco Mundial.
Sin embargo, la emergencia sanitaria a causa del COVID-19 cuestionó considerablemente si las economías latinoamericanas se encuentran en su mejor momento para afrontar el impacto de la pandemia.
De acuerdo a Miguel Ángel Espinosa, el presidente ejecutivo de FITAC, en el caso de Colombia, se presentará un impacto importante en la economía del país donde el crecimiento real del PIB podría llegar a ser aún más desfavorable, que según se calcula, estará en el -1,2%.
Es así, como las zonas francas son un termómetro de lo que está ocurriendo en el sector, lo que regularmente sucede en las zonas francas es lo que está pasando en importaciones, exportaciones y en el tráfico de mercancías en las vías colombianas.
“La Zona Franca de Bogotá, se encuentra a una operatividad cercana al 52% respecto a lo que hacemos tradicionalmente. Este porcentaje se ve reflejado en las cifras estadísticas, las cuales se calculan con base a los promedios de los formularios de movimientos de mercancías que se mueven en ingreso o egreso de la carga”, así lo afirma Diego Vargas, gerente general de la Zona Franca de Bogotá.
Frente a esto, cabe destacar que en cuanto al flujo de vehículos por el control aduanero, actualmente están ingresando 412 por la frontera de la zona franca, cuando normalmente recibían entre 800 a 900 vehículos diarios. Es decir, que presentan un flujo del 45%, recibiendo el 89% de la carga que habitualmente recibían del aeropuerto El Dorado y el 65% de tránsitos provenientes de jurisdicciones aduaneras en áreas diferentes a las de Bogotá, comentó Vargas.
La Zona Franca de Bogotá actualmente opera a nivel nacional otras zonas francas de sectores como alimentos, salud, aseo, energía, entre otros, es decir bienes de primera necesidad, las cuales están funcionando a un 50% o 60% de su operación habitual. De acuerdo a cifras del Grupo ZFB, el sector de producción de alimento presenta un crecimiento del 34%; las zonas francas del sector de salud aumentaron 8% en el nivel de operaciones.
“Se identificaron dos ejes estratégicos en este proceso, estamos concentrados en la etapa de cuarentena, en atender algo que nosotros hemos llamado la súper fluidez logística de las zonas francas, es decir, garantizarles a los empresarios que están autorizados para operar que lo pueden hacer eficientemente y ágilmente en el proceso de cuarentena” destacó Diego Vargas.
Además el gerente agregó “así mismo, nos estamos preparando para cuando finalice el tiempo de aislamiento social y llegue el momento de la reactivación industrial. Tendremos un proceso progresivo de entrada de la industria, que va a entrar a operar en unas condiciones diferentes a las que tradicionalmente teníamos, para eso estamos en este momento concentrados en los protocolos que vamos a usar pos-cuarentena”.
Por ahora, el Grupo ZFB sigue trabajando en temas de transformación digital y eso les ha permitido tener diferentes herramientas, que hoy en día han sido muy útiles para preservar la salud de sus funcionarios, pero sobre todo para garantizar la operatividad 7×24 de las zonas francas que administran, “estamos contribuyendo en la emergencia económica de nuestros empresarios, usuarios y las diferentes zonas francas para todo el abastecimiento, trabajando en los encadenamientos de los sectores que tiene priorizados el gobierno, para que cuando llegue la curva de contagio sean estratégicos para el país y que a la vez le permita a los usuarios reactivar sus empresas” concluye el gerente general de la Zona Franca de Bogotá.