NACIONES UNIDAS, 29 abr (Xinhua) — El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) emitió hoy dos nuevos tableros de datos que subrayan las enormes disparidades en las capacidades de los países para enfrentar y recuperarse de la crisis causada por la COVID-19.
La pandemia es más que una emergencia de salud global. Es una "crisis sistémica de desarrollo humano", que ya ha afectado las dimensiones económica y social del desarrollo de formas sin precedente, dijo el PNUD.
Las políticas para reducir vulnerabilidades y desarrollar capacidades para enfrentar crisis, tanto a corto como a largo plazo, son vitales si los individuos y las sociedades pretenden librar mejor y recuperarse de conmociones como ésta, dijo.
El Tablero 1 del PNUD sobre Preparación presenta indicadores para 189 países, incluyendo el nivel de desarrollo, desigualdades, la capacidad de un sistema de atención médica y conectividad a internet, para evaluar qué tan bien puede responder una nación a los múltiples impactos de una crisis como la de la COVID-19.
Aunque toda sociedad es vulnerable a crisis, las habilidades de las sociedades para responder difieren significativamente en todo el mundo, dijo el PNUD.
Por ejemplo, los países más desarrollados, aquellos clasificados en la categoría de muy alto desarrollo humano, tienen un promedio de 55 camas de hospital, más de 30 médicos y 81 enfermeras por cada 10.000 personas, comparados con siete camas de hospital, 2,5 médicos y seis enfermeras en los países menos desarrollados.
Y con los cierres generalizados, la brecha digital se ha vuelto más significativa que nunca antes. Alrededor de 6.500 millones de personas de todo el planeta, es decir, 85,5 por ciento de la población global, aún no tiene acceso a banda ancha de internet confiable, lo cual limita su capacidad para trabajar y continuar su educación.
La preparación es una cosa. Pero, una vez que una crisis afecta, ¿qué tan vulnerables son los países a las consecuencias? El Tablero 2 del PNUD sobre Vulnerabilidades presenta indicadores que reflejan la susceptibilidad de los países a los efectos de esta crisis.
Quienes viven en la pobreza están particularmente en riesgo. A pesar del reciente progreso en la reducción de la pobreza, alrededor de una de cada cuatro personas aún vive en pobreza multidimensional o son vulnerables a ella, y más de 40 por ciento de la población global no tiene ninguna protección social.
"La pandemia de la COVID-19 también nos recuerda que los trastornos en un lugar son contagiosos, y provocan problemas en todas partes", indicó el PNUD.