El ministro de Energía y Minas alertó sobre presiones de “sectores retrógados” para boicotear la reforma a la Ley 146, el marco legal de la minería que durante casi cinco décadas ha propiciado “migajas para el Estado” y grandes volúmenes de ganancias para el capital privado de la industria extractiva.
Antonio Isa Conde denunció que -ante el advenimiento de una reforma sin precedentes y equilibrada en el sector- “ya están sacando sus garras, con una mente que no toma en cuenta los intereses nacionales y que es egoísta, como todo aquello que representa el capitalismo salvaje en la minería”.
Definió el proyecto de Ley de la Minería Nacional como una iniciativa progresista, fundamentada criterios de desarrollo sostenible, focalizada en la defensa de los intereses de los dominicanos, “con una visión de ganar ganar, que gane la empresa, que ganen las comunidades, que gane el país”.
Al indicar que la reforma de la Ley Minera trasciende el interés del Ministerio para convertirse en un proyecto-país, llamó a los sectores más conscientes del país a defender esa reforma y a “salirle al paso a esos trogloditas que no acaban de cambiar de mentalidad, que todavía creen que esté país puede ser una finca para ellos explotarla a su deseo”.
Para Isa Conde, el actual marco legal que rige la minería es arcaico, como lo son aquellos que lo defienden y tratan de bloquear la nueva legislación que -desde su punto de vista- garantiza más equidad en la distribución de beneficios y hasta ayuda a legitimar socialmente a las empresas mineras ante las comunidades.
“Entre quienes atacan la reforma a la Ley Minera se encuentran sectores que, aunque han cambiado su forma de hacer la explotación, todavía no han logrado cambiar la mentalidad farisea de más ganancia para mí y menos ganancia para el dueño de una riqueza no renovable,” afirmó el ministro de Energía y Minas.
Más equidad
Isa Conde sostuvo que el nuevo régimen legal garantizará que el país tenga beneficios desde el momento en que se hagan las extracciones mineras del subsuelo, porque es parte de la riqueza del país.
“No podemos seguir permitiendo que solo nos dejen pasivos ambientales; tenemos que defender las ganancias justas que necesita el Estado, tenemos que defender y garantizar métodos efectivos que obliguen al saneamiento ambiental una vez termine el proceso extractivo”, reflexionó el funcionario.
Reiteró que en la presente coyuntura de crisis la minería metálica, sobre todo de oro, puede ser el oxígeno para la recuperación económica, pero siempre que se desarrollo de responsable, transparente y sostenible, cumpliendo los requisitos legales sin importar quien gobierne.