Por Rafael Fernández.-La política, es una ciencia demostrable, pero, a través de sus herramientas científicas de acciones y logros alcanzados en el campo de los hechos.
Los hechos pudieron caer o acontecer en años posteriores, en años remotos, y ser estos acumulados a través de la historia política.
Ahora, ser político rasca vaca, solo amerita involucrarse en un partido del sistema que explotan tu juventud, tus fuerzas, tu visión, tus ideas y porque no, tus años y tu tiempo más preciado.
Entonces, para usted fajarse a trabajar política, con un político ingrato y tozudo, es mejor quedarse en su casa leyendo un buen libro que a final de cuenta usted recibe más y mejores resultados que un tozudo, que les pones más intereses a los allegados que a usted, quizás por razones obvias para ese político.
Muchos creen que con el solo hecho de llevar una gorra, una bandera, una camiseta alusiva al candidato de su preferencia, y andar voceando con una voz estridente, es ser político profesional.
Cualquier individuo se hace político, tan solo con engancharse en un partido político y sin las menores ideas de que significa eso.
Este tipo de individuo, que no saben concebir una idea y que puedan aportarle al candidato o candidata en un momento importante del proceso político, solo creerse que con esos puntos establecidos en el párrafo seis de este articulo, es un político profesional, y yo estoy en creer que es más de ahí.
En política el político debe saber que es propaganda y como influir en la opinión y conducta, en especial, opinión y conducta sociales en forma de que las personas adopten dichas opiniones.
La fijación de táctica sobre los planes de acción igual a la determinación de las tácticas a seguir.
Dijo Jesse Unruh "El dinero es la leche nutritiva de la política", y esa afirmación ha cobrado sus frutos, y no ha podido ser rebatida nunca. Y cada día más cobra más valor.
El esfuerzo es muy grande para hacer permanecer vigente un político que se reniegue a continuar después de haber salido de un proceso abatido, y usted cargarlo en sus hombros con el trabajo tesonero de su cabeza y su pluma, constituye una odisea.
Es mi punto de vista al tozudo y abigarrado fantoche, que me luce mas lacayos que políticos, más avieso que sensato; más indecoroso que honesto. RF