San Juan, PR – Líderes sindicales tronaron contra el protocolo establecido por el gobierno a los patronos que comienzan a reabrir sus empresas en medio de la epidemia del COVID-19.
Exigieron que se realicen pruebas a todos los empleados antes de iniciar labores y que se les provea de los equipos protectores y garanticen condiciones seguras y salubres necesarias para evitar el contagio.
"Los trabajos no se pueden convertir en sentencias de muerte para los trabajadores y trabajadoras”, sentenció Ángel Pinto, presidente del Capítulo Autoridad de Carretera de ProSol UTIER.
“Si no se discuten los protocolos de salud y seguridad con los empleados previo al reinicio de labores, desinfectan las áreas de trabajo, ni garantizan los equipos protectores necesarios, no podemos entrar a trabajar", añadió Ángel Rodríguez, presidente de la Asociación de Profesores y Profesoras Universitarios (APPU).
"Las pruebas previo a comenzar a trabajar son indispensables. Hay personas contagiadas que no lo saben y estas son el único medio de detectarlas y evitar que se conviertan en foco de contagio en sus centros de trabajo. No podemos dejar a discreción de los patronos si se efectúan o no. Muchos empresarios ven en su personal un medio de obtener ganancias que puede reemplazarse", aseguró Mercedes Martínez, presidenta de la Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR).
El Secretario de Salud, Lorenzo González exhortó a los trabajadores a obligar a sus patronos a que les hagan pruebas de coronavirus. "El gobierno de Puerto Rico debe obligar a los patronos a realizar las pruebas previo al inicio de labores y hacer lo mismo con los empleados y empleadas públicos", exigió Gerson Guzmán, presidente de la Unión General de Trabajadores (UGT).
La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que para levantar la cuarentena en un país se deben cumplir varias condiciones, entre ellas: Que la transmisión del coronavirus esté controlada; que sean capaces detectar, probar, aislar y tratar cada caso y rastrear cada contacto y; que existan medidas preventivas en los lugares de trabajo, las escuelas y otros lugares esenciales.
Los líderes obreros hicieron responsable a las empresas de contribuir a cumplir con estas condiciones.
"Rechazamos que sean los propios patronos los que certifiquen que están cumpliendo con las medidas de protección a sus empleados y clientes. Es poner al cabro a velar las lechugas. Exigimos el establecimiento de Comités de Salud y Seguridad en todos los centros de trabajo con participación de los trabajadores, incluyendo la participación de los representantes exclusivos y organizaciones bonafide, donde lo haya. Estos deben fiscalizar activamente que los protocolos y medidas de seguridad se están cumpliendo", dijo Liza M. Fournier, presidenta de la Unión Nacional de Educadores y Trabajadores de la Educación (UNETE).
"Exhortamos a los trabajadores y trabajadoras a exigir que su patrono les envíe a realizar las pruebas. Más de un 80% de las personas contagiadas no exhiben síntomas, pero pueden contagiar a sus compañeros y compañeras de trabajo. Deben reportar a la Administración de Salud y Seguridad (OSHA) y al Departamento del Trabajo cualquier amenaza a la salud que exista en sus centros de trabajo. La vida de nuestra gente no puede estar a expensas del afán desmedido de lucro de los patronos", concluyó Antonio Cabán, presidente de la FCT-481/UFCW.