El mundo y la sociedad dominicana experimentarán grandes transformaciones en materia social y política por lo que el vicepresidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Guillermo Caram, recomienda que el país se prepare para afrontar la nueva realidad que dictará el periodo post COVID-19.
El político entiende que no es posible seguir con un orden económico caracterizado por rentismo y la especulación, sacrificando producción, generando desempleo, subempleo o informalidad, lo que impide recepción de ingresos estables para satisfacer plenamente necesidades de trabajadores; descuidando producción esencial.
“para favorecer suntuosidades y vicios, seguir inmutables ante los desequilibrios demo-territoriales y ambientales que se están observando caracterizándose por asentamientos de poblaciones en barrios urbanos hacinados y promiscuos mientras nuestros campos agropecuarios se despueblan”, lamentó el alto dirigente del PRSC.
El exgobernador del Banco Central dice que seguir administrando rentas publicas sin prever reservas para enfrentar contingencias y evitar déficits conducentes a endeudamientos para cubrir gastos improductivos, inhibidores del emprendimiento y fomentadores del clientelismo para sostener ambiciones políticas, en lugar de destinarlos a infraestructura productiva y superar precariedades en servicios como abastecimiento de agua y disposición de residuos. Seguir depredando nuestros recursos naturales y desequilibrando nuestra biodiversidad.
El político hace un símil de la carta del Papa Francisco donde habla sobre el agravamiento de situaciones por la pandemia, tales como:
1. Hambre que expele la salida de hogares para procurar alimentos, imposibilitando obedecer los llamados a recogimiento;
2. Desempleo y/o falta de trabajo fijo que ocasionan falta o insuficientes ingresos para comprarlos, obligando, ante la falta de almacenamiento en despensas, a los pobladores, salir a buscarlos diariamente;
3. Usura y/o especulación por parte de inescrupulosos aprovechándose de precariedades y pánicos sembrados;
4. Violencia detonante causada por irritación e indefensión ante ejercicios ineficaces, irresponsables y privilegiados de autoridades;
5. Delincuencia impulsada por desesperanzas e impunidades ante delincuencia de cuello blanco.
Indica que prepararse para el después implica encarar lo de ahora sin volver a lo de antes, reclamando requisitos compatibles con un liderazgo renovado y preparado para encarar nuevos retos y desafíos.
Inspirado ahora en la intervención de Fernando Capellán, establece que se debe tomar en cuenta:
1. Estar ampliamente informado a través de servicios de inteligencias económicos y tecnológicos de cómo avanzan y evolucionan internacionalmente las sociedades y las economías, así como las reacciones de los gobiernos para administrarlas
2. Creatividad para concebir soluciones diferentes a los problemas de antes. Al decir de Einstein. “No podemos obtener resultados diferentes si seguimos haciendo lo mismo”.
3. Audacia para implementar e implantar nuevos esquemas de comportamiento y acciones, venciendo rutina y ortodoxias propias de acomodados en un establishment que teme o ignora los nuevos retos y desafíos que puedan presentar el mundo pos pandémico.
4. Capacidad de Innovación, apuntalándola desde nuestro sistema de enseñanza, hoy aferrada a modelos de aprendizaje en obsolescencia ante avances científicos y tecnológicos imprescindibles para la productividad y diversificación.
5. Conformar con lo anterior regímenes de competencia nacional para alcanzar competitividad internacional.
Manifestó que finalmente se debe abandonar la mediocridad y mezquindad inspiradoras de celos y afán de protagonismo en una burocracia incapaz de subsistir dentro de regímenes políticos desprovistos de privilegios alcanzados al manejar recursos del erario que aportamos ciudadanos y contribuyentes