El reputado economista Henry Hebrard reafirmó su oposición al proyecto de ley mediante el cual se pretende entregar el 30 por ciento de los fondos de las AFPs a los trabajadores suspendidos sin tomar en cuenta el perjuicio para su edad de retiro, y sostuvo que éstos no pueden ser quienes paguen las consecuencias de la crisis económica provocada por la pandemia del Covd-19.”
“Si usted tiene un dinero ahorrado, ¿vamos a pedirles que ustedes lo tomen, lo gasten y después qué va a pasar dentro de dos meses, la crisis va a seguir, la gente habrá quemado esos ahorros y no se habrá producido una solución”, advirtió.
Entrevistado durante un panel sobre el tema en el Show del Mediodía, Hebrard dijo que la situación creada por la presente crisis sanitaria en perjuicio de los trabajadores tiene que ser asumida “en base a solidaridad, a través del Presupuesto (del Estado) se puede conseguir este apoyo”.
Afirmó que en virtud de esos argumentos y de los perjuicios que provocaría a la economía nacional tocar esos fondos, es que ha expresado en varias oportunidades su desacuerdo con los dos proyectos, uno que cursa en la Cámara de Diputados y otro en la Cámara de Diputados.
Hebrard entiende que en el país hay un gran consenso nacional en cuanto a que las víctimas de la crisis han sido los más desfavorecidos y por ese motivo no se les puede cargar más sus consecuencias utilizando el dinero que tienen ahorrado para su retiro cuando finalicen su período laboral productivo.
“Yo creo que en eso, todos estamos de acuerdo, donde hay divergencias es en la forma de cómo financiar esto”, indicó el economista en referencia a identificar la fuente que se usaría para dar asistencia económica a los trabajadores suspendidos sin tener que afectar los aportes que han dado a los fondos de pensiones, cuyo uso y destino está regulado mediante ley.
Hebrard refutó los argumentos del diputado reformista Pedro Botello en cuanto a sus cálculos sobre las ganancias que obtienen las AFPS, tras indicar que la mayor parte de los aportes los hacen los empleadores y no los trabajadores, que sí se benefician entonces en su conjunto de los incrementos que obtienen los fondos de pensiones.